Opinión

12.Oct.2023 / 01:04 pm / Haga un comentario

Foto: Archivo

Por: Freddy Gutiérrez.

¡Saludo para todos (as), mis estimados (as) camaradas! Cada año se reabre un debate en torno a este día por diversas opiniones encontradas. Como conseguí información disímil me propuse compartirla con ustedes hoy.

Por una parte, todos deberíamos saber que, en América se desencadenó un proceso de colonización, siendo uno de los más sangrientos y brutales de la historia de la humanidad; se ha dicho que, si alguien descubrió América no fue Cristóbal Colón, sino los primeros humanos que cruzaron por el Estrecho de Bering (el brazo de agua marina que separa el extremo nororiental de Asia del extremo noroccidental de Norteamérica); entonces, pudieron ser los navegantes que llegaron por el océano pacifico hace unos 1.500 años, los vikingos o cualquiera de los otros personajes que arribaron a este continente antes que el navegante genovés.

En todo caso, se dice que, en América, cada 12 de octubre se estaba celebrando un genocidio pues, este continente no fue descubierto, sino, invadido y saqueado.

En yuxtaposición, hay quienes piensan de otro modo, como que los españoles sabían muy bien que no llegaron primero aquí, pero sí se atribuyen haber sido los primeros en descubrir al planeta la existencia del nuevo mundo. Y ahora viene la explicación política que conseguí, es decir, se alega que, “descubrir” no implica en sí llegar primero, porque si un científico halla la forma más fácil de construir una bomba pero no lo comunica a nadie, no está descubriendo nada al mundo, pues quedaría oculto; en tanto que, si da a conocer su hallazgo a la humanidad, sería denominado “descubridor”. De esta manera, los españoles no sólo descubrieron América, sino que, le informaron a América que existían Europa y África. Por ello dije “explicación política”, usaron eso para limpiar su nombre o justificar tal atrocidad.

Además, se alega que un descubrimiento anterior no pudo ocurrir con los vikingos porque solo estuvieron en pequeños asentamientos al Norte de América -sin ser conscientes de que había otro mundo u otro continente- y que, tampoco existen evidencias de que otros pueblos fueran a América, por lo que, son solo leyendas. En vista de lo anterior, y mucho más, es que sigue llevándose al debate cuál sería la forma correcta de llamar a esta conmemoración del 12 de octubre.

Al respecto, indagué sobre los orígenes y encontré que se menciona el nombre de Faustino Rodríguez de San Pedro (1833-1925), un político y abogado español, quién presidía la organización Unión Ibero-Americana y celebró por primera vez el 12 de octubre de 1914 como “Fiesta de la Raza”, logrando, a través de Antonio Maura Montaner (1853-1925), otro político español, presidente del Consejo de Ministros en cinco ocasiones, denominarla como: “fiesta” y que se convirtiera a partir de 1918 en Fiesta Nacional en España (Ley de 15 de junio de 1918) y así se mantuvo oficialmente cuarenta años, hasta que, en 1958 fue rebautizada por decreto, durante el régimen franquista a “Día de la Hispanidad ”.

Hay que estar atentos con este tipo de cosas, pues desde antaño, con el llamado “descubrimiento”, desde los centro educativos incluso, se ha pretendido hacer pensar que la llegada de los españoles es lo que marcó el inicio de la verdadera historia del Continente Americano, algo por demás absurdo, pues aunque no se tengan testimonios escritos de su existencia anterior, tampoco puede darse sólo por cierto lo escrito en los textos que dejaron los propios colonizadores genocidas.

El historiador mexicano, Edmundo O’Gorman propuso en 1958 la teoría de la “Invención de américa” exponiendo que, antes que Colón llegara a este continente, no existía siquiera la idea de América (pero ya estábamos aquí).

Entonces, mientras que, en España, se sigue “celebrando” esta fecha como Día de la Hispanidad y en EEUU como Día de colón, diversos países latinoamericanos han rebautizado la fecha: En Perú la llaman Día de los pueblos originarios y del diálogo intercultural; en Bolivia: Día de la descolonización; en Chile: Día del descubrimiento de dos mundos y en nuestro país, Venezuela: Día de la Resistencia Indígena. Sin embargo, en México aún se conmemora como Día de la Raza, aludiendo al nacimiento de una “nueva raza” producto de la mezcla entre los europeos conquistadores y los indígenas conquistados. Sobre este tema de “raza” indagué algo bien particular que le comentaré más adelante.

Al respecto, un historiador y antropólogo mexicano, Federico Navarrete, comentaba que, aunque esta idea parecía ser incluyente, tenía dos problemas graves: el primero, que ignora la presencia de los africanos, el segundo problema con la idea del mestizaje es que, subordina a los indígenas. Es decir, de esta manera, se les da a los europeos el papel dominante (impulsor del mestizaje) y el gran problema con esto es que es una de las bases del racismo -que aún se vive en muchas partes de nuestra América latina-.

Por otra parte, la lingüista- investigadora mexicana, Yásnaya Elena Aguilar, comentaba que los mecanismos para mantener el orden colonial los implementaba ahora el Estado con el discurso de que “nos independizamos”, “somos libres del yugo español” y eso creó en el pueblo mexicano como una falsa emancipación. Esta académica mixe (religión mesoamericana, con elementos religiosos del catolicismo), hizo hincapié en que la resistencia indígena, si bien comenzó con la conquista europea, continúa hasta la fecha. Ella ha mostrado su actual preocupación por mantener las lenguas indígenas vigentes en el tiempo, a pesar de que el español sea el idioma oficial. Agregó que es impresionante seguir existiendo hoy, hablando las mismas lenguas, aludiendo a una historia de pauperización. Una palabra que llamó mi atención, por lo que busqué su significado:

El pauperismo (de pauper ‘pobre’) es pobreza o, en general, el estado de ser pobre, o particularmente la condición de ser un «pobre», es decir, recibir ayuda administrada según las Leyes de Pobres inglesas. A partir de esto, el pauperismo también puede ser, de manera más general, el estado de ser sostenido con fondos públicos, dentro o fuera de las casas de beneficencia, y aún más en general, de depender durante un período considerable de la caridad.

Todo parece indicar que, ella está llamando la atención sobre la asistencia y respeto que requieren los indígenas actualmente. Y respecto a cómo habría que llamar al 12 de Octubre, alegó que “no hay manera de ser neutral, desde el momento como lo nombras se posiciona”. Sin embargo, personalmente pienso que, en Latinoamérica, se les ha dado un nuevo estatus, importancia y apoyos a los indígenas, que, en Venezuela en la 4ta república no existía para ellos, por ejemplo.

Por descarte, Navarrete dijo que, América hoy es un continente excepcionalmente rico porque, no sólo es un continente occidental, sino, es un continente indígena y africano y que, debemos recordar siempre el sufrimiento que implicó… eso es lo que deberíamos conmemorar siempre.

También agregó que, desde 1492 hasta 2018, los pueblos indígenas de toda américa se han abocado en aprender de sus colonizadores, sus idiomas, su religión, sus culturas, a usar sus tecnologías, una situación que les ha permitido adaptarse a esta nueva realidad. Eso me hizo recordar a Charles Darwin en su Teoría de la selección natural y evolución: “la especie que sobrevive no es la más fuerte, sino la que mejor se adapta”.

Es así que, me adentré aún más en este tema de “la raza”. Según Johann Friedrich Blumenbach (1752-1840) un naturalista, antropólogo, médico y psicólogo alemán, creador de la llamada antropología física (ocupada del estudio de la morfología de los diversos grupos humanos, según el método de la anatomía comparada), existe un único origen etológico, estando incluida la especie humana, sin embargo, según éste, se conformaba en cinco divisiones principales, dependiendo de los distintos pueblos:

Mongloide o amarillo: poblaciones con rasgos típicos de regiones de Asia (chinos).

Americano o rojo: se refiere a la piel roja (aludiendo el tono de piel rojiza de los indígenas de América).

Caucásico o blanco: dícese de quienes tiene la piel clara.

Malayo o pardo (del sudeste de Asia): resultó del mestizaje entre miembros caucásicos y etiópicos, como su piel no es ni tan blanca ni oscura, se denominan morenos.

Etiópico o negro: su origen es África central y como su piel es muy oscura se les denominó de raza negra.

Debido a las investigaciones de Blumenbach, la morfología del cráneo empezó a usarse sistemáticamente como parámetro para determinar “la raza” de procedencia de un individuo y se extendió a todas las colecciones osteológicas europeas en el siglo XVIII.

Según el patrón que se determinara, se correspondían cualidades intelectivas más o menos desarrolladas: cráneo globular, alargado, etc.

El detalle estuvo en que, el colonialismo y la esclavitud movilizaron a los europeos a buscar apoyos científicos como la craneología (estudio de los caracteres métricos y morfológicos del cráneo humano) para justificar sus acciones genocidas contra los indígenas.

Así establecieron una jerarquía social y cultural entre los grupos humanos (a su conveniencia), pues, mientras iban descubriendo nuevos territorios y poblaciones, según estos naturalistas europeos, era necesario clasificar los seres humanos desde sus rasgos.

Por ejemplo, a los rasgos europeos los consideraron «superiores, equilibrados, hermosos», o sea, el reflejo exterior de la «inteligencia y la educación» que caracterizaba a todo europeo, claro está: ¡la raza superior! ¿Esto no les recuerda a alguien? Un tal… ¿Adolf Hitler?
En contraste, estaban los rasgos africanos, considerados «primitivos y poco atractivos», símbolo de una población «ignorante e incivilizada» según los naturalistas y antropólogos del siglo XVIII.

Lo que ocurre es que, en el reino animal hablar de razas geográficas consiste en definir unas agrupaciones de individuos que se distinguen por rasgos adaptados al tipo de ambiente. Cómo pudimos ver, en el caso del ser humano, el concepto tuvo una connotación muy diferente… la diversidad humana no se percibía como una selección del medio ambiente (como ocurre con el color de la piel y la forma de los ojos), sino… se interpretó el asunto como el reflejo de las características culturales de las muchas poblaciones del planeta y los rasgos fisonómicos como el color de la piel, el tamaño y la morfología del cráneo.

De esta manera, en 1994, la American Anthropological Association tomó distancia de este concepto de “raza” tan obsoleto y demostró su carencia de soporte científico. En otras palabras, la ciencia tuvo que modificar su forma de referirse a las poblaciones humanas y aceptar la existencia de una sola especie: el Homo sapiens.

Así, esa terminología pasó de race (raza, en inglés) a ancestry (ascendencia), indicando los caracteres heredados por los padres y los antepasados de una persona. Un cambio más que necesario, además, porque no es cierto que un individuo pertenezca a un área precisa: la globalización ha cambiado la distribución de los caracteres fenotípicos.

Por añadidura, resultados de un estudio realizado en sangre de personas de diversas poblaciones, por un profesor de la Universidad de Harvard (Richard Lewontin) en el año 1972, no mostraron diferencias significativas desde el punto de vista molecular para separar razas humanas. Así como, otros estudios posteriores concluyeron que el ADN humano es idéntico al 99,9%, lo que acabó por completo la posibilidad de encontrar un parámetro fiable para definir las razas.

De este modo, existe una verdad universal, la que gritan los huesos de nuestro esqueleto y es que pertenecemos a una sola raza: la humana; por lo que, debajo de nuestra piel, somos todos iguales.

En vista de todo lo aquí expuesto, les invito a que juntos reflexionemos sobre qué históricamente “nos han vendido” desde los centros educativos incluso y para contribuir al cambio de pensamiento, pongamos nuestro “granito de arena” al evitar que se siga empleando, para referirse a nuestra humanidad, esta palabra en plural que tanto nos ha separado a nivel mundial: “RAZA-S”.

Al respecto, quiero concluir con este twittee del 01 de septiembre de 2020 difundido por Miguel Díaz Canel Bermúdez (Presidente de Cuba), que movió mis fibras más internas recordando el pensamiento de nuestro ilustre camarada:

“Fidel: El racismo, la discriminación racial y la xenofobia constituyen un fenómeno social, cultural y político, no un instinto natural de los seres humanos; son hijos directos de las guerras… y la explotación individual o colectiva de los más débiles por los más poderosos…”.

¡Cuánta razón! ¡Honor y gloria para ti!
Escríbanme, que siempre los leo. Un abrazo fraterno para todos (as) camaradas, gracias por leerme.

¡Hasta el próximo artículo!

Freddy J. Gutiérrez González
@freddygutierrezgonzalez

 

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