Reflexiones de Fidel

Reflexiones de Fidel Castro

  • Artículo de Fidel: El destino incierto de la especie humana

    Una enorme ignorancia envuelve no solo a esta, sino también sus infinitas formas de experiencias. Incluso las huellas digitales de los gemelos univitelinos, nacidos de un mismo óvulo, se diferencian a lo largo de los años. No en balde Estados Unidos, el país imperialista más poderoso que ha existido se autoengaña al asumir como doctrina un párrafo de la Declaración Universal de Derechos Humanos donde se afirma: “todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y, dotados como están por naturaleza de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

  • Artículo de Fidel Castro: El Cumpleaños

    Mañana cumpliré 90 años. Nací en un territorio llamado Birán, en la región oriental de Cuba. Con ese nombre se le conoce, aunque nunca haya aparecido en un mapa. Dado su buen comportamiento era conocido por amigos cercanos y, desde luego, por una plaza de representantes políticos e inspectores que se veían en torno a cualquier actividad comercial o productiva propias de los países neocolonizados del mundo.

  • El hermano Obama

    Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.

  • Artículo de Fidel: Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos

    Tristemente, casi todas las religiones han tenido que lamentar el hecho destructor de las guerras y sus terribles consecuencias. A esas tareas han tenido que dedicar las mayores energías. La singular importancia del encuentro entre el Papa Francisco y Su Santidad Kirill, en La Habana, es que ha suscitado la esperanza de los pueblos del mundo.

  • Mensaje de Fidel a Nicolás Maduro

    Otro oficial venezolano de pura estirpe, Hugo Chávez, lo comprendió, admiró y luchó por sus ideas hasta el último minuto de su vida. Desde niño, cuando asistía a la escuela primaria, en la patria donde los herederos pobres de Bolívar tenían también que trabajar para ayudar al sustento familiar, desarrolló el espíritu en que se forjó el Libertador de América.

  • Reflexiones de Fidel: Cinco horas con Los Cinco

    Los recibí el sábado 28 de febrero, 73 días después que pisaron tierra cubana. Tres de ellos habían consumido 16 largos años de su más plena juventud al respirar el aire húmedo, maloliente y repugnante de los sótanos de una prisión yanki, después de ser condenados por jueces venales. Otros dos, que igualmente trataban de impedir los planes criminales del imperio contra su Patria, fueron condenados también a varios años de prisión brutal.

  • Fidel Castro: Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria

    Desde el año 2006, por cuestiones de salud incompatibles con el tiempo y el esfuerzo necesario para cumplir un deber —que me impuse a mí mismo cuando ingresé en esta Universidad el 4 de septiembre de 1945, hace 70 años—, renuncié a mis cargos.

  • La hora del deber

    No tardó nuestro país un minuto en dar respuesta a los organismos internacionales ante la solicitud de apoyo para la lucha contra la brutal epidemia desatada en África Occidental.

  • Artículo de Fidel: Lo que no podrá olvidarse nunca

    Ayer, domingo 12 de octubre, por la mañana, la edición dominical en Internet del The New York Times —órgano de prensa que en determinadas circunstancias traza pautas sobre la línea política más conveniente a los intereses de su país—, publicó un artículo que tituló «Tiempo de Acabar el Embargo a Cuba»; con opiniones de lo que a su juicio, debe seguir el país.

  • Artículo de Fidel Castro: El porvenir incierto

    En su evolución, el Homo Sapiens, como ser pensante único entre millones de especies vivas, jamás tuvo idea de la naturaleza y la razón de su existencia. Dotado de la capacidad de pensar, estaba regido por severos instintos. Nada sabía del resto de su maravilloso planeta.