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Ante a las constantes provocaciones de sectores de la derecha nacional, que promueven la violencia para justificar una intervención extranjera, «Venezuela ha estado en paz y seguirá en paz, a pesar de ellos», sostuvo el presidente de la República, Nicolás Maduro.
En el Palacio de Miraflores, donde recibió una marcha de las Misiones Sociales, el jefe de Estado llamó al pueblo venezolano a no caer en provocaciones de la derecha y rechazó los hechos de violencia registraron este jueves en el centro de Caracas, donde resultó herido el diputado Julio Borges.
Ante esos hechos, alentados por el mismo desespero de la oposición, «yo le digo al pueblo: no podemos caer en las provocaciones de la derecha violenta, que quiere llevar (al país) a una espiral y escala de violencia callejera», exhortó Maduro.
En ese sentido, repudió las declaraciones del presidente de la Asamblea Nacional (AN), el adeco Henry Ramos Allup,
las cuales calificó de racistas por ofender gravemente al pueblo de Venezuela. «Son expresión de lo podrida que tiene el alma».
El Presidente, además, reafirmó su disposición al respeto y conciliación a la militancia de la oposición, para mantener la paz en el país y buscar los caminos del diálogo para resolver los problemas que hoy se atraviesan.
«Podemos tener diferencias, pero nunca hemos ofendido al pueblo opositor. Nosotros les mandamos siempre un mensaje de respeto, de encuentro, de reconciliación a todo el pueblo opositor», expresó.
AVN