Opinión / Antonia Muñoz
Por: Antonia Muñoz
Nuestro proyecto de país es el plasmado en la CRBV y en las leyes, planes y programas que se desprenden de la Ley Madre. Quienes lideran la derecha repiten hasta el cansancio que nuestro proyecto fracasó. Quienes militan abiertamente en la derecha le compran la idea, a veces sin el más mínimo análisis y sin recordar que de la derecha venimos. Algunos de los que alguna vez simpatizaron o militaron en el chavismo, a veces caen en la trampa del adversario Quienes seguimos apoyando la Revolución Bolivariana sabemos que volver a la cuarta República sería retroceder a tiempos superados de saqueo de las riquezas del país, desigual distribución de las riquezas e injusticia social y de violación de los derechos humanos por el sólo hecho de disentir. Quien lo dude, que analice las leyes a las cuales le ha dado prioridad la AN dominada por la oposición derechista. Leyes que perdonan crímenes de todo tipo y le abren de par en par las puertas al imperialismo norteamericano para que continúe el saqueo de nuestros recursos. En 1908 J. V. Gómez “despernancó” las puertas de la Patria a los gringos y éstos se quedaron en Venezuela como dueños y señores hasta 1999 cuando llegó Chávez, y hasta en el Fuerte Tiuna los encontró con oficina. Hermanos y hermanas se trata de nacionalismo, patriotismo, de amor a la Patria.
Las transnacionales gringas autorizadas y protegidas por la derecha entreguista se llevaron buena parte de nuestro petróleo liviano y el hierro del cerro Bolívar que casi arrancaron de cuajo, dejando al país con una pobreza material general que alcanzaba el 49% de la población, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto sin mencionar la pobreza espiritual que quedó, caracterizada por el consumismo, la inseguridad y la corrupción desde los más altos hasta los más bajos niveles. Con dolor y frustración reconocemos que no hemos podido vencer la inseguridad y en nuestra opinión la corrupción sigue siendo la raíz de todos nuestros males. Porque estamos convencidos de lo que aquí expresamos y porque desesperadamente esperamos rectificación, seguimos en pie de lucha quienes creemos que la Revolución Bolivariana es un proyecto posible y el más justo para todas y todos los venezolanos, siempre que enarbolemos la bandera de la verdad verdadera, de la honestidad y transparencia administrativa, de la tolerancia y del respeto al otro; y lo más importante, la Revolución Bolivariana debe enarbolar el amor al prójimo sin sectarismo ni exclusión. Según la CRBV todas y todos tenemos los mismos deberes y derechos.
Quienes conocen nuestras prédicas y nuestras prácticas saben que uno de los valores a los cuales nos aferramos como militantes del PSUV, es a la ETICA Y MORAL SOCIALISTA, por eso cuidamos celosamente la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Estamos seguras y seguros que sólo con el ejemplo de los líderes y liderezas es posible enseñar y producir cambios en la sociedad a mediano y largo plazo. Tenemos la palabra: padres y madres de familia, educadores de todos los niveles, jerarcas de las diferentes religiones, comunicadores; y de primeros, señalando el camino correcto de la Revolución Bolivariana y dando el ejemplo, las liderezas y líderes políticos que ocupen la primera posición de los Poderes Públicos a todos los niveles. Por todo lo anterior ratificamos nuestra lealtad al Proyecto Bolivariano. Sin embargo, que nadie espere solidaridad automática y disciplina ciega ante lo que razonadamente con argumentos irrefutables demostremos que está mal hecho, que debe corregirse y hasta sancionarse.
Sólo a manera de ejemplo y porque es el problema más real y acuciante que padecemos todas y todos, hoy insistiremos en el área económica y solicitamos más estricta vigilancia sobre las vertientes que la distorsionan. Hoy nos referiremos al Sistema de distribución de alimentos casa por casa, que aunque no sea la panacea ni puede ser permanente, debe ser organizado y supervisado por los Consejos Comunales (C. C.) ya que son la unidad básica de organización del Poder Popular en lo territorial. En cada C.C. todas las familias se conocen, así que no hay cabida para bachaqueros. La Comuna por ser suma de comunidades organizadas también tiene cualidad para organizar y supervisar la distribución de alimentos. En ambas organizaciones del Poder Popular, las mujeres son mayoría y su ayuda es muy idónea.
Consideramos que es inadecuado que le asigne la distribución de alimentos a las UBCh o su agregación que son los CLP, por la sencilla razón que son estructuras electorales del PSUV y su ámbito de acción son los centros electorales donde acuden personas de comunidades a veces alejadas unas de otras. Por otra parte, advierto que nadie puede ser excluido del censo de su C.C. porque tiene vehículo propio o porque es profesional. Esto, además de ser un sectarismo impropio de alguien que se considere revolucionario y cristiano; es violatorio de la CRBV, porque todas y todos los venezolanos tenemos derecho al acceso oportuno y permanente a los alimentos y el Estado está obligado a garantizar la Seguridad Alimentaria.¡ CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA SIGUE!
Guanare, sábado 26 de marzo de 2016.