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El poder popular y los movimientos sociales, a través del trabajo productivo, asumen la tarea de mantener vivo el legado revolucionario de Fabricio Ojeda, líder de la Junta Patriótica de 1958 y quien luchó contra el modelo elitista que se instauró en Venezuela desde ese año.
«El legado de Fabricio Ojeda nunca murió y nosotros no debemos dejarlo morir, le estamos aportando trabajo, mucha siembra, unión y paz», expresó Digna Pérez, miembro de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) de Propatria, quien participó en la movilización en conmemoración de los 51 años del asesinato del combatiente.
A esta caminata también se incorporaron organizaciones juveniles, que asumen como referente la movilización insurgente ante la actuación de las élites políticas luego de 1958, que se apropiaron de la victoria de la junta para instaurar un sistema político que excluía a sectores de izquierda y negaba el avance en conquistas sociales.
«Nuestro aporte a la lucha de Fabricio Ojeda es el trabajo, trabajar y trabajar. Para eso tenemos ahora el programa Chamba Juvenil que lanzó el presidente, Nicolás Maduro, ayer», destacó Bryan Torres, miembro de la juventud de Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
AVN