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Foto: Con el Mazo Dando
El 13 de abril de 2002 un pueblo salió a las calles de Venezuela para exigir el regreso del Comandante Hugo Chávez, quien había sido secuestrado por la derecha fascista luego de ejecutar un golpe de Estado en su contra; y gracias a esa oleada de revolucionarios la acción anticonstitucional fue derrotada.
Son muchas las anécdotas de ese histórico día, relatos invaluables de lo que la unión cívico militar hizo para lograr el retorno de la esperanza y reestablecer el camino de la Revolución Bolivariana, uno de ellos el del entonces vicepresidente Ejecutivo, Diosdado Cabello, cuando llegó al Palacio de Miraflores en horas de la noche para asumir la jefatura del Estado mientras llegaba el Comandante Supremo.
«Coño negro, métele un tiro a esa mierda, vale. ¿Hasta cuándo vamos a estar en esta güevonada?», contó Cabello que le gritó a Jesús Suárez Chourio, quien fungía como jefe de seguridad presidencial, al percatarse de que nadie tenía la llave del portón para ingresar al Palacio.
Era la euforia del momento, aunque lo estaban grabando, el entonces vicepresidente no podía tener tacto y aunque después se preocupó, comentó que no se le pasó por la cabeza y tampoco se le habría ocurrido decirle a Chourio: “Por favor, dale un golpecito a la cerradura que el vicepresidente tiene que entrar”, resalta en el fragmento del libro Chávez nuestro.
Con el Mazo Dando