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La decisión de Washington de abandonar el INF es un paso directo hacia la desestabilización de todo el sistema de acuerdos en la esfera de la seguridad internacional, consideró el jefe de Estado ruso.
Lamentablemente, ello empeora la situación operativa, estimó el mandatario ruso en una sesión ampliada del Servicio Federal de Seguridad (FSB), al comentar el acuerdo que prevé la eliminación de misiles de entre 500 y cinco mil 500 kilómetros de alcance.
Los servicios de inteligencia foráneos buscan incrementar su influencia en los procesos de todo tipo en Rusia, por eso debemos aplicar medidas para contrarrestar esa actividad, afirmó Putin.
El mandatario ruso destacó que el espionaje extranjero en todo momento busca información de la esfera política, económica, científica y tecnológica.
Allí es necesaria la labor del FSB como en los viejos tiempos, ahora más preciso que nunca, consideró el estadista.
Putin destacó, además, que en 2018 los servicios de seguridad rusos abortaron la actividad de 129 funcionarios de la inteligencia foránea y de 465 espías infiltrados.
El presidente ruso también se refirió a la reducción de los delitos de terrorismo al pasar en una década de 997 casos a nueve.
Prensa Latina