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12.Jun.2023 / 09:42 pm / Haga un comentario

Por: Freddy Gutiérrez.

¡Feliz semana estimados compatriotas! Hoy quiero invitar a la reflexión conjunta respecto a lo que siempre ha ocurrido en Latinoamérica, especificando esta vez sobre El Salvador. Un país que, al igual que Venezuela, también vivió desde tiempos inmemoriales, tremendas disputas por el poder, exterminio de indígenas, saqueo de sus recursos, así como, ataques perennes a su pueblo, manteniéndole empobrecido; por demás, ha pasado por tremendas crisis políticas y guerras civiles, propiciadas y dirigidas por ya sabemos cuál imperio -del que ese pequeño gran país no se ha podido salvar de su maligna influencia hasta nuestros días-. En la actualidad, la dirección de El Salvador se encuentra al mando de un joven presidente que surgió desde el más planificado marketing en redes sociales, ámbito que él mismo domina, pero, orquestado por: ya sabemos cuál imperio.

Veamos algunos aspectos que me causaron suspicacia. Primero, con fecha de publicación desde hace casi un año, se propagaron contenidos como el siguiente del Diario La República (Perú):

Con una aprobación del 91 por ciento entre la ciudadanía, según la más reciente encuesta de CID Gallup, Bukele ha hecho de sus principales objetivos la «guerra frontal» a las pandillas y la reducción de la violencia en el territorio. «El Salvador pasó de estar en el top 20 de los países más violentos del mundo y en el 2019 comenzó a cambiar, pero el 2020 se convirtió en el año más seguro en toda la historia de nuestro país, y en el 2021 superó las expectativas.» La «guerra» de Bukele puso a miles de soldados a patrullar las calles y ha llevado en los últimos dos meses a la cárcel sin orden judicial a más de 36.000 presuntos integrantes de las «maras», que se suman a 16.000 más que ya estaban en prisión. (…) organismos internacionales le han criticado y señalado de violentar derechos humanos en el marco del combate a las pandillas y (Bukele) dijo que ellos «ni conocen El Salvador». (…) una población hastiada por la pobreza y la violencia que le hizo llegar a tener una de las mayores tasas de homicidios del mundo. 

Esa es sólo una muestra de varias situaciones que se han venido presentando con Bukele, quien tiene ya 4 años como presidente de El Salvador y si bien, algunas encuestas pueden avalar su popularidad, una de ellas exponía que él llevaba 91% de aprobación pública (algo inviable estadísticamente); aun así, no ha dejado de ser cuestionado por haber amenazado al Poder Legislativo y Judicial, faltar el respeto a los derechos humanos y por perseguir a la prensa independiente. Me pregunté, entonces, ¿No es extraño que él pueda hacer todo cuanto hace sin obtener consecuencias?

Segundo, el canal internacional de Alemania Deutsche Welle (DW) alegaba, también hace un año, que algunas organizaciones de derechos humanos, periodistas y expertos advertían que «Nayib Bukele estaba desmantelando la democracia de El Salvador a un ritmo «mucho más alarmante» de lo que lo hizo Hugo Chávez en Venezuela», además, preguntándole al público: “¿Se encamina El Salvador hacia una deriva autoritaria? Y ¿Qué otros presidentes latinoamericanos siguieron este camino?”. Caramba, ¿Acaso en Venezuela no hay democracia? Hummm… la verdad esto a mí esto me huele más a un teatro comunicacional orquestado desde afuera por ya sabemos cuál imperio.

Pero, continuemos viendo diversas aristas. En septiembre del año 2022, el portal de noticias CNN en español publicaba partes del discurso que Bukele pronunció en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), donde él alegaba que:

“En poquísimo tiempo El Salvador ha pasado de ser el país más peligroso del mundo, literalmente, a estar en camino a ser el más seguro de América.  Pasamos de ser un país para muchos desconocido; y los pocos que lo conocían, lo conocían por las pandillas, por los muertos, por la violencia, por la guerra. Pasamos de eso, a ser un país conocido por las playas, por el surf, por los volcanes, por su libertad financiera, por su buen gobierno y por haber acabado con el crimen organizado”.   

No les parece extraño que ¿se pueda desmantelar una red de crimen organizado, sin apoyo internacional?

Entonces, conseguí otro contenido de CNN en español, que exponía datos interesantes sobre esta red de crimen organizado en El Salvador, llamada Mara Salvatrucha (MS-13). Se alegó que, su poder llegó a controlar desde el territorio hasta partes de la economía del país, como se expuso en una corte Federal del Distrito este de New York que presentó una acusación contra 13 pandilleros de alto rango de la MS-13. Se dijo en documentos desclasificados, el pasado mes de marzo, que desde el 2012 esta red negociaba en secreto con representantes de los gobiernos de turno, incluyendo al partido Nuevas Ideas de Bukele y funcionarios de su gobierno al momento de resultar electos en el año 2019 (como además, también hizo el gobierno anterior).

Se argumentó que las reuniones sucedieron en secreto con líderes de la Ramfla Nacional, la pandilla dentro de las prisiones Centro Penal Izalco y Zacatecoluca y en otros sitios. Además, EEUU dijo que, participaron el Director General de Prisiones y el Director de la Unidad de Reconstrucción de Tejido Social que llegaron junto a pandilleros libres que cubrían sus tatuajes corporales e incluso usaban máscaras para el rostro, además que, portaban acreditaciones de oficiales de inteligencia o de agentes de la ley. Bajo esas circunstancias, también se facilitaba la salidas temporales a pandilleros presos para ir a supuestos hospitales por tratamientos médicos (sin tener condición médica alguna), pues el objetivo era comunicarse con líderes pandilleros en el exterior.

Las negociaciones solicitadas por la MS-13 iban desde pagos en efectivo, control de territorio, mejores condiciones carcelarias, reducción de penas o rechazo a la extradición de líderes. Y los requerimientos del gobierno eran reducir el número de asesinatos (para crear la percepción de que el gobierno había reducido los homicidios) pero, según la acusación, esta organización criminal transnacional seguía asesinando ocultando bien los cuerpos de sus víctimas. Además, los MS-13 ofrecían influenciar en los barrios para garantizarle a Bukele y su partido Nuevas ideas, apoyo total en las elecciones del 2021 (asamblea legislativa y alcaldías). Se dijo que, CNN intentó comunicarse con Wendy Ramos (enlace con prensa Internacional de la secretaría de comunicación de la presidencia) para conocer las impresiones del gobierno de Bukele sobre esta acusación y… ¡Se quedó esperando respuesta!

Muy extraño el “mutis” de Bukele, cuando es persona de lanzarse tremendos contrapunteos con otros presidentes, como lo hizo con el Presidente de Colombia Gustavo Petro, al este cuestionarle por la construcción de su tan mediática mega cárcel en El Salvador. Como recordaran ambos presidentes sacaban sus argumentos sobre la disminución de los índices de delincuencia en sus respectivos países. Petro decía que lo había logrado con educación (universidades para educar a los jóvenes) y Bukele con su cárcel.

En todo caso, debemos preguntarnos ¿De dónde surgieron estas pandillas? El periodista Fernando del Rincón, de CNN, expuso que, EEUU alega que la MS-13, que cuenta con miles de integrantes en su propio país, México, El Salvador y otros países, surgió en Los Ángeles en la década de los 80, cuando inmigrantes Centroamericanos que huían de las guerras y de la inestabilidad en sus países se asociaron con grupos de barrio a los que llamaron Mara Salvatrucha y que, a medida que sus miembros fueron cayendo en prisión se encontraron con la llamada mafia mexicana, a la cual, le juraron máxima lealtad para asegurarse protección dentro de las cárceles y le añadieron el número trece al nombre. Están conformados en células o “clicas” que controlan los barrios y -en menor rango algunas prisiones- dirigidas por un líder o “Primera palabra” compartiendo un entramado complejo de símbolos y signos tatuados en todo su cuerpo (incluyendo sus rostros). Estas pandillas se dedican principalmente a asesinar, robar, traficar drogas y metanfetaminas, cobrar por protección o por permitir el paso en rutas de inmigrantes, manipulación de testigos y extorsión como forma de controlar los barrios.

Asimismo, se dijo que, fue al comenzar los años 90 que, desde EEUU, se deportó a varios de sus integrantes hacia Honduras, Guatemala, El Salvador y otros países logrando un primer liderazgo importante durante el año 2000 configurándose como “Los 12 Apóstoles del diablo”, pasando luego a llamarse Ramfla (el mayor rango de poder en ellos). Entonces, la Ramfla Nacional dirige esta organización criminal, la cual, infringe severos castigos que incluyen hasta la muerte, para los miembros que desobedecen o quienes cooperen con las autoridades.

Para ir concluyendo, recientemente, un medio llamado Filo News, alegó las nuevas medidas que Bukele tomará. Por ejemplo, reestructurar la conformación territorial del país de municipios a distritos, reducir las 262 alcaldías a 44 y que, los 82 diputados existentes en el congreso ahora sería 60, esto con el fin de evitar las tramas de corrupción que siempre se conformaban para: reducir la burocracia, aligerar la carga pública y agilizar la economía. También planteó que irá a votación un proyecto de Ley con el fin de crear una “nueva estrategia de seguridad” que combata a los criminales de cuello blanco.  Se comenta que, todas estas acciones únicamente buscan garantizar su reelección.

Entonces, visto lo anterior y lo expuesto en documentos desclasificados estadounidenses aquí mencionados -que desde el año 2012 esta red negociaba en secreto con representantes de los gobiernos de turno, así como presuntamente con el de Bukele- surge la siguiente reflexión: ¿Cómo no va estar EEUU vinculado en todo este entramado delincuencial?

Analicemos como hoy, las guerras se dan por el control de la mente y alma de las personas, que, cual canto de sirenas, van llamando la atención desde las redes sociales, desde los medios de comunicación y plataformas de TV a demanda. Por ello debemos atentos camaradas, a que es lo que realmente pensamos versus lo que nos incitan a pensar. Me acordé de una emblemática frase sobre la amenaza que, ya sabemos cuál imperio, representaba para los pueblos de América:

“Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad”. (Simón Bolívar, 1829).

¡Hasta el próximo artículo!

 Freddy J. Gutiérrez González

 

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