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Foto: YVKE
El equipo del Observatorio Nacional de Medidas Coercitivas Unilaterales (Onamcu) celebró una reunión de trabajo con el secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Sacha Llorenti, a fin de estrechar lazos para la investigación y el desarrollo de estrategias orientadas a contrarrestar los efectos de las medidas coercitivas unilaterales (MCU) en la región latinoamericana.
En la actividad fueron discutidos asuntos de interés común para ambas organizaciones, que favorecerán el diagnóstico, investigación, sistematización y seguimiento de procesos económicos y sociales afectados por la imposición de las MCU, entre ellos el impacto negativo de esas medidas en los sectores productivos de los Estados miembros.
El caso Venezuela
El viceministro de Políticas Antibloqueo, William Castillo, presentó trabajos de investigación realizados por el observatorio, que se centran en las políticas públicas ejecutadas por la República Bolivariana de Venezuela para superar las condiciones adversas derivadas del bloqueo económico.
Castillo mostró, a través del sistema estadístico del portal del Onamcu, el pernicioso impacto de las MCU sobre Venezuela, y señaló que las 502 medidas aplicadas por Estados Unidos y sus países aliados van dirigidas a “destruir la capacidad del Estado venezolano”.
Criminales e inhumanas
En la reunión, se evaluó el carácter ilegal de las medidas coercitivas unilaterales, que violan abiertamente en el derecho internacional y son contrarias a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y al multilateralismo promovido por los países miembros del ALBA-TCP.
Se analizó también la actual situación de los países integrantes de este esquema de cooperación regional, con base en investigaciones sobre las intervenciones que ha llevado a cabo Estados Unidos en países miembros de esta alianza y en otras naciones del continente. Ambas instancias acordaron desarrollar un proyecto para levantar información relativa a los procesos y proyectos de integración regional promovidos por el ALBA-TCP.
En la actualidad, Cuba, Nicaragua y Venezuela son los tres países miembros afectados por las MCU y por la agresión sistemática de la potencia imperial. Esas acciones hostiles afectan la cooperación entre naciones y generan daños que configuran crímenes de lesa humanidad y atentan contra el ordenamiento legal internacional y la convivencia pacífica.
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