Opinión / Noticias
Foto: Referencial
Un viejo que masca el agua, hediondo y con bastón captura a dos marines norteamericanos, quienes en las películas hasta los bachacos les huyen, sí, estos mismos que el aparato holiwoodense nos ha acostumbrado a ver como los dioses de la mitología griega.
Los memes ruedan y ruedan por las redes sociales haciendo mofa de la aventura de la canoa en La Guaira.
¿Dónde están los mercenarios del nivel de Stalone pagados por el autoproclamado de la supuesta «noche más oscura»? ¿Por qué mandaron a dos mercenarios de 4ta categoría a sacrificarse en aguas venezolanas?
Todo forma parte de un show para derrocar al gobierno bolivariano. Durante veinte años han intentado por todos los medios cristalizar su sueño y el pueblo no los deja.
Durante todo este tiempo han subestimado el espíritu, el corazón, la fuerza y la conciencia de los revolucionarios.
A la oposición la mueve la mercancía, «el cuánto hay pa’ eso» y el inescrupuloso dinero, a las pruebas me remito, caso Jordán Goudreau, quien tuiteó en réplica a la periodista Erika Ortega Sanoja amenazándola de muerte, sólo por ser venezolana.
Imagínense que esa operación hubiese progresado, ¿Qué estaría ocurriendo en Venezuela en este momento?
La respuesta es simple, muertos por doquier, mujeres y niñas violadas, decapitados frente a las cámaras como actúa el ISIS, imágenes dantescas rodando por las redes sociales y dándole la vuelta al mundo, linchamientos públicos. También hubiesen mancillado en una gran pira a todo aquel negro y a todo aquel que oliera a chavistas en la plaza Bolívar-Chávez de ese Estado.
¿Cuándo aparecerá una oposición seria, que ponga los intereses de la patria por encima de sus intereses particulares? Venezuela necesita una oposición real que no se coma el cuento de las películas y viendo juegos yanquis, necesita una dirigencia nacionalista, que mire más hacia adentro y no hacía afuera.
Keny Loaiza
APC-PSUV municipio Urdaneta