Foto: Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Guatemala

Un destacado grupo de panelistas analizó a profundidad el comportamiento de los medios de comunicación respecto a Venezuela, durante el foro denominado “El papel de los medios en la hegemonía cultural capitalista y la respuesta de paz y soberanía latinoamericana”, organizado en Ciudad de Guatemala por la Coordinadora Guatemalteca de Solidaridad con la Revolución Bolivariana (CGSRB).

Para Marcelo Colussi, psicólogo y filósofo argentino radicado en Guatemala, el caso venezolano es imposible que sea abordado sin tomar en cuenta “los recursos (naturales) incalculables que posee el país caribeño”, sostuvo el catedrático universitario haciendo referencia no solo a la más grande reserva de petróleo del planeta, si no también a los múltiples yacimientos de minerales existentes en el subsuelo y a la biodiversidad venezolana.

“En Venezuela fundamentalmente hay una guerra mediática construida desde Washington, desde donde se ve ese petróleo (el venezolano) como propio. Aunque desde EEUU no se pueda hacer uso de él, porque en Venezuela hay un gobierno popular transformando la renta petrolera en programas sociales, como no los hubo nunca”, sentenció Colussi. “Un mal ejemplo que, sin duda, puede ser imitado por otros países”, ironizó.

En esta misma línea opinó la activista Simona Yagenova quien denunció la existencia de un capital mediático (medios de comunicación) al servicio del sistema de dominación global. “Estamos asistiendo a una dictadura invisible. Somos objeto de un bombardeo de mensajes que va encaminado a la reproducción del sistema. Ellos nos invaden con mensajes. La mayoría falsos. Una telaraña mediática con una estrategia multiforme dirigida globalmente contra Venezuela”, precisó.

Ricardo Berganza, politólogo guatemalteco y colaborador del portal digital Plaza Pública, coincidió con sus predecesores en que “estamos ante un sistema de propaganda, un sistema neoliberal en la que los medios son una pieza adicional para mantener la hegemonía”. Para Berganza “muchos (medios) describen el fin del mundo en Venezuela, debido a que el modelo funciona seleccionando objetivos que deben ser perseguidos y descalificados. Un ataque concentrado que cala en la gente. Una profunda construcción anticomunista, a partir del miedo”. “Ese recurso sigue utilizándose”, subrayó.

La alternativa a los grandes medios

Ante este panorama hegemónico, los panelistas reafirmaron la importancia de ganar espacios en los medios tradicionales, pero, al mismo tiempo, construir una comunicación popular, alternativa y liberadora que permita promover un pensamiento anti hegemónico.

Carmen Reina, comunicadora e investigadora destacada en la emisora alternativa Radio Urbana, insistió en la necesidad de procurar la desmonopolización de los medios. “El reto es romper el monopolio, desde la construcción de los medios alternativos que fortalezcan líneas de investigación serias”, sostuvo.

Por su parte, otra de las panelistas del evento, la comunicadora popular de Prensa Comunitaria, Lucía Ixchiu, destacó la necesidad de “darle voz a las comunidades y permitirle a los sujetos políticos tomar los medios de comunicación”. “Seamos el medio”, exhortó Ixchiu a los asistentes al foro.

La experiencia venezolana desde la óptica guatemalteca

El último tercio de la actividad contó con la vocería de activistas de Guatemala quienes aseguraron conocer de cerca la realidad de Venezuela. Una de ellas, Silvia Solórzano, integrante de la directiva de la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), destacó la capacidad de organización del pueblo venezolano tras presenciar in situ el desarrollo de las elecciones regionales del pasado 15 de octubre. “Asombra la participación política de los venezolanos y, especialmente, la organización de un partido de masas como el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) con sus 8 millones de afiliados”, relató Solórzano. Para la guatemalteca los resultados electorales en los que el chavismo conquistó 78% de las gobernaciones en disputa se explican porque “la población le cobró a la oposición las guarimbas (barricadas caracterizadas por su alto grado de violencia)”, afirmó.

Otra de las líderes guatemaltecas que visitó Venezuela recientemente fue Jeanette Asencio, dos semanas después de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que el pasado 31 de julio fue respaldada por más de 8 millones de electores.  “Estoy bastante conmovida con las lecciones que nos ha dado el pueblo venezolano durante este año. La ANC es una propuesta planteada desde la representatividad del pueblo. Todos y todas están participando en este proceso”, subrayó Ascencio, para quien esos dos resultados electorales (31J y 15O) “son la repuesta del pueblo a la situación que han estado viviendo. Es una lección de amor”. remarcó.

También intervino Neptalí López, dirigente nacional del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), quien centró su intervención en la valoración de los resultados electorales obtenidos en las pasadas elecciones constituyentes venezolanas. “Ese gran proceso de construcción de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) es una experiencia valiosa para nuestra organización. El gran éxito de Venezuela ha sido la demostración del poder popular”, sostuvo.

Finalmente, la embajadora de Venezuela en Guatemala, Elena Salcedo, tomó la palabra para expresar su agradecimiento a los organizadores de evento y para saludar las múltiples manifestaciones de solidaridad que se desarrollaron durante la actividad. Sobre los resultados electorales del 15-O, la diplomática venezolana sentenció “fue una victoria, una batalla ganada, pero aún no hemos ganado la guerra. Somos un referente. Un ejemplo porque nosotros actuamos siguiendo lo que establece nuestra Constitución, lo que decide el pueblo venezolano. No para que se apoderen de nuestras riquezas como lo está pretendiendo el gobierno de Estados Unidos”.

La Coordinadora Guatemalteca de Solidaridad con la Revolución Bolivariana adelantó que están organizando durante el próximo mes de noviembre un Festival Antiimperialista para reiterar su respaldo a Venezuela y condenar nuevamente la intervención del gobierno de los Estados Unidos en los asuntos internos del país suramericano.