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El 20 de octubre de 2012, en el primer Consejo de Ministros del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana, celebrado en el Palacio de Miraflores, el Comandante Hugo Chávez trazó las líneas estratégicas del Proyecto Socialista y Bolivariano con el llamado Golpe de Timón.
La célebre pieza de oratoria planteó la necesidad de un viraje correctivo importante, sugerido por el propio líder bolivariano, para profundizar las grandes transformaciones que plantea el Programa de la Patria.
Durante esa intervención, el Comandante Chávez dio orientaciones para avanzar en la construcción del socialismo bolivariano, hizo un llamado a la crítica y a la autocrítica, a multiplicar la eficiencia en la gestión y a fortalecer el Poder Popular y la comunicación revolucionaria.
“Recordemos los cinco grandes objetivos históricos del Programa de la Patria que ahora vamos a comenzar a aplicar. Se trata de los pasos que hemos venido dando, por eso hablamos del tránsito, transición, etapa. Nada de esto existía en Venezuela y nada de esto existiría en Venezuela si se impusiera el capitalismo, que nos convertiría de nuevo en la colonia que éramos. Por eso la revolución política es previa a la económica. Siempre tiene que ser así: primero revolución política, liberación política y luego viene la revolución económica. Hay que mantener la liberación política, y de allí la batalla política que es permanente, la batalla cultural, la batalla social”, destacó Hugo Chávez en parte de su discurso del Golpe de Timón para recordar que la batalla es permanente.
“Nicolás, te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: las comunas, el estado social de derecho y de justicia”. Con esta frase el Presidente Chávez le encomendaba a el presidente obrero Nicolás Maduro la tarea para continuar en la construcción del socialismo.