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Luego de pasados 21 días de las elecciones presidenciales y legislativas de Ecuador, el Consejo Nacional Electoral de ese país por fin se dignó a dar los resultados oficiales de la primera vuelta. Confirmando, con el 100% de las actas revisadas y auditadas, que el candidato Andrés Arauz de Unión por la Esperanza (a fin al expresidente Correa), obtuvo el primer lugar con 32,72%, alcanzando 3.033.753 votos; y en el segundo lugar llegó el empresario y banquero Guillermo Lasso con el 19,74%, sumando 1.830.045 votos.
En tercer lugar quedó el candidato Yaku Pérez con el 19,39% y un total de 1.797.445 votos. Los resultados entregados tres semanas después de realizado el proceso electoral se dio en el marco de una presión sin precedentes por parte de los candidatos que llegaron en los puestos intermedios.
En el caso de Yaku Pérez, de inmediato denunció fraude (sin presentar prueba alguna) y puso en duda los votos obtenidos por Guillermo Lasso. A puertas cerradas, en el Consejo Nacional Electoral, estos dos candidatos “maquinaron” en complicidad con el organismo electoral, una seria de auditorías selectivas y discrecionales que no estaban previstas en la normativa legal. Esta confabulación entre los candidatos de la derecha, encendió las alarmas ante la evidente posibilidad de que se fragüe un fraude masivo en contra del candidato Arauz en la segunda vuelta.
Ya desde el 12 de febrero, el candidato Yaku Pérez exigía con vehemencia la apertura de las “urnas de votación en las 24 provincias del país para hacer un recuento total de los votos. Aunque un día antes, solo pedía que se hiciera en siete jurisdicciones: Guayas, Manabí, Pichincha, Los Ríos, Esmeraldas, El Oro y Bolívar”. Por su parte el candidato Guillermo Lasso propuso sólo “la apertura del 100 % de las urnas en la provincia de Guayas”.
El Consejo Nacional Electoral accedió sumisamente a los requerimientos de los candidatos que quedaron en segundo y tercer lugar. Pero luego volvieron a contradecirse. Y no realizaron el nuevo recuento de las urnas electorales al quedar dividida la votación en el seno de la junta directiva del ente electoral. Mayor arroz con mango que demuestra la falta de seriedad y responsabilidad del organismo rector.
Un doble rasero. Pues si las elecciones hubiesen sido en Venezuela y el órgano electoral generara dudas en el conteo de votos, saldría de inmediato el desquiciado Luis Almagro y su facción inquisidora de la Organización de Estados Americanos a pedir la inmediata intervención y anulación de todo el proceso electoral. Raudos y veloces los halcones del Departamento de Estado norteamericano, que ahora miran para otro lado, pedirían la ocupación militar preventiva del país. Igualmente, todas las focas del Cartel de Lima aplaudirían la gracia, rasgando sus vestiduras y denunciando a los cuatro vientos la “opacidad” del proceso electoral. Por ahora todos hacen el más absoluto silencio para no perturbar la trampita que intenta montar uno de sus pares, con el claro objetivo de obstaculizar que las fuerzas progresistas afines a Correa vuelvan al poder.
Para ratificar los intentos de la derecha por evitar el inminente triunfo de Andrés Arauz en la segunda vuelta que se realizará el 11 de abril, el candidato perdedor Yaku Pérez mantiene su obstinada postura de desconocer los resultados electorales, por lo que ha convocado a movilizaciones masivas en todo el país para exigir el recuento de los votos. Así, anunció que este 23 de febrero “La marcha a Quito es para la denuncia contra los que nos hicieron fraude y es para exigir transparencia”. Nada dice Almagro de estas desesperadas acciones del candidato perdedor para presionar aún más al dubitativo ente electoral.
Una vez que se despejen estas amenazas, el pueblo ecuatoriano podrá votar con tranquilidad el próximo 11 de abril en la segunda vuelta, donde podrá recuperar la senda traicionada por el nefasto gobierno del lacayo Lenín Moreno. A partir de este 2.021 podrá avanzar por el camino propuesto Andrés Arauz en su plan “Construcción Colectiva del Programa de Gobierno 3.0”.
Allí se plantea “Recuperar la democracia, el Estado plurinacional e intercultural, la dignidad, el trabajo, una estructura económica y productiva sostenible y la soberanía para caminar hacia la construcción de la sociedad del buen vivir siguiendo la hoja de ruta trazada en la Constitución de la República”. El pueblo ecuatoriano nuevamente vencerá.
Richard Canan
Sociólogo
@richardcanan