Opinión / Noticias
José Garcés
Hubo carnaval y hay cinismo, o sigue habiendo un carnaval de cinismo y a esto quiero referirme, justamente a raíz de recientes declaraciones de algunos personajes. El primero de ellos es Gina Carano, una luchadora devenida en actriz en la serie del universo de Star War, “El Mandaloriano”. En un tuit, Carano hacía referencia al holocausto, durante el cual se estima que seis millones de judíos fueron asesinados. Carano sugiere que las condiciones durante el holocausto eran similares a las divisiones políticas contemporáneas en Estados Unidos, y al mismo tiempo preguntaba: “¿En qué se diferencia eso (el holocausto) de odiar a alguien por sus opiniones políticas?”. Con estas palabras Carano revela a su apoyo a Trump y denuncia las supuestas condiciones de persecución que viven los republicanos en EE.UU.
Aunque este comentario le valió el despido de la serie donde trabajaba, no deja de sorprender cómo en Venezuela los mismos EEUU a través de sus operaciones sicológica (Opsic) y de la Oposición fascista han favorecido el odio hacia el chavismo a través de distintos métodos como el «escrache», del que han sido objetos muchos venezolanos ligados a las filas revolucionarias. Estos escraches se sirven de insultos a un determinado personaje ligado a la Revolución Bolivariana y al mismo tiempo se filma la acción y se pone a circular en las redes. La hija de Jorge Rodríguez conoce bien de lo que hablo.
Otra forma de fomentar odio al chavismo son los insultos en las redes. Ya estamos acostumbrados a insultos como “malditos chavistas”, “muerte a los chavistas”, entre muchos otros, que de seguido circulan en redes sociales.
Estas formas de odio a llevado a la violencia física, como fue el caso de Orlando Figuera y otros 28 venezolanos que fueron quemados vivos por las hordas enfurecidas de guarimberos movidos exclusivamente por odio. El caso de Tulio Hernández es verdaderamente nefasto, cuando incitó a la población opositora a lanzar materos a los chavistas. No es difícil ver la relación entre la incitación al odio y las conductas de los opositores. ¿Resultado? El asesinato de Almelina Carrillo en La Candelaria, quien recibió un botellazo desde un edificio cuando se desarrollaba una marcha chavista. Esto que se refiere son solo dos ejemplos de una larga lista de agresiones que ha sufrido el pueblo chavista. Podría preguntársele a Carano si de verdad sabe lo que es eso de recibir odio por sus opiniones políticas
Pero el comentario más insólito es el que hace Trump luego de saberse el resultado de su juicio político. El expresidente en un comunicado expresa:
«Es un comentario triste sobre nuestros tiempos, que un partido político en Estados Unidos tenga un pase libre para denigrar el estado de derecho, difamar a las fuerzas del orden, animar a las multitudes, disculpar a los alborotadores y transformar la justicia en una herramienta de venganza política, perseguir, añadir a la lista negra, cancelar y reprimir a todas las personas y puntos de vista con los que no están de acuerdo». Es decir, condena exactamente lo que promovió aquí en Venezuela.
Podemos copiar el texto íntegro y rellenarlo para que vean el cinismo que encierra esta declaración: «Es un comentario triste sobre nuestros tiempos, que un partido político (G4) tenga un pase libre para denigrar el Estado de Derecho (Desconocer el Presidente), difamar a las fuerzas del orden (FANB), animar a las multitudes (Guarimbas), disculpar a los alborotadores (huyen a España) y transformar la justicia en una herramienta de venganza política (Recordar el 11 de abril y cómo se perseguía a los líderes de la Revolución), perseguir, añadir a la lista negra, cancelar y reprimir a todas las personas y puntos de vista con los que no están de acuerdo». Poner ejemplos en las cuatro últimas ideas ya es un ejercicio de masoquismo.
De verdad resulta pasmoso cómo alguien puede ser tan cínico al quejarse de una supuesta persecución cuando ha utilizado todos los elementos que señala en una forma inmisericorde contra el pueblo venezolano.
Como vemos, la realidad siempre supera a la ficción y el cinismo no tiene límites.
El caso de Guaidó es todavía más aberrante: Según CNN el autoproclamado dijo este miércoles “estar dispuesto a gestionar el dinero necesario para que Venezuela reciba vacunas contra el covid-19 a través del programa Covax de la Organización Mundial de la Salud”.
¿Desde qué clase de delirio psicótico se puede bloquear los fondos de una nación para que se le dificulte comprar vacunas y luego decir que está dispuesto a gestionar el dinero para que ese país reciba las mismas vacunas que sus accionar ha impedido comprar?
El carnaval de cinismo y la comparsa de inmoralidades parece ser una definitoria de la política de la Derecha en el planeta tierra.