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El vicepresidente para la Planificación de la República Bolivariana de Venezuela, Ricardo Menéndez, destacó que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) va a contribuir a la transformación del modelo económico con el impulso del aparato productivo de las subregiones y de las cadenas productivas de mayor dependencia.
“El nuevo rostro económico productivo del país aparecerá con la especialización (subregiones) y especialización económica productiva del país, enfocada en el impulso de los 15 motores establecidos en la Agenda Económica Bolivariana y los planes sectoriales dirigidos a utilizar las potencialidades que tiene cada región del territorio, de manera que el mapa económico de Venezuela ya no serán los yacimientos petroleros del lago de Maracaibo, no será solamente la promesa de la Faja Petrolífera del Orinoco”, aseveró en una entrevista para la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
En este sentido, destacó que las subregiones económicas son una estrategia para transcender el rentismo petrolero.
“Por ejemplo, Los Andes se especializa en la horticultura de piso alto (papa, cebollín, zanahoria), en la de Quibor-Carora, la de piso bajo (tomate, pimentón, cebolla), en esa zonas se concentra el 80 % de la producción hortícola. Además, en la subregión de Portuguesa-Cojedes es donde se concentra cerca del 45 % del total de maíz, en Calabozo se concentra el otro 45 % del resto de los cereales, es decir que en estas dos subregiones se concentra el 90 % del total de los cereales de Venezuela”, explicó el titular de Planificación.
Señaló que para ejecutar esta política productiva es necesario direccionar el bono demográfico, periodo cuando la mayoría de la población está en la etapa productiva.
“Venezuela pasa a estar en el bono demográfico, es decir, desde el año pasado hasta cerca del año 2037 nosotros estaremos haciendo una transición, en la cual la mayor parte de la población va a dejar de ser menor a 18 años y se ubicará entre los 18 y 45 años, es decir que tendremos un mayor núcleo de población en etapa productiva”, dijo.
Indicó que para consolidar el desarrollo económico integral de la nación es importante la formación y capacitación de esa población, especializarla en las cadenas productivas con mayor dependencia.
“Debemos especializarnos en los eslabones rotos y eso implica formación. Es un tema estratégico, vital. Tenemos que articularnos con el espacio y con los sectores que se están organizando. Antes de la Revolución Bolivariana existía una población de 900 mil personas formadas técnica y universitariamente; ahora somos 4 millones de personas formadas que están económicamente activas, gracias a un sistema educativo incluyente”, enfatizó Menéndez.
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