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Este viernes, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) cumple cinco años de su Cumbre Fundacional que se realizó durante el 2 y 3 de diciembre de 2011 en Caracas.

Esta asociación intergubernamental fue creada el 23 de febrero de 2010 tras ser propuesta en el seno de la XXI Cumbre de Río, de la cual heredó sus objetivos y de la III Cumbre de América Latina y el Caribe (Calc), que lega a la Celac los principios de integración y desarrollo regional.

La Celac está conformada por 33 países Latinoamericanos y Caribeños, sin incluir a los Estados Unidos y Canadá, y busca integrar a la región de manera independiente a ejes hegemónicos.

En su primera reunión de Jefes y Jefas de los países de la Celac, desarrollada en Venezuela a principios de diciembre de 2011, se discutió acerca de blindar a las naciones de la actual crisis financiera internacional, apostar a la cooperación y solidaridad para solucionar problemas como la pobreza y la desocupación, y defender el sistema democrático frente a intentos desestabilizadores.

El diálogo, la concertación, el respeto a la diversidad ideológica y a la autodeterminación de los pueblos, la necesidad de aplicar políticas conjuntas para reducir las desigualdades sociales, la protección de los derechos humanos, y el rechazo a cualquier tipo de colonialismo u ocupación militar extranjera, fueron también puntos resaltados por los mandatarios y mandatarias en 2011.

Acuerdos fundamentales

Los 33 Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno asistentes, con el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, como anfitrión, suscribieron en la cumbre fundacional, la Declaración de Caracas.

Esta declaración reunió «las legítimas aspiraciones de inclusión social, crecimiento con equidad, con desarrollo sustentable e integración», de los países latinoamericanos y caribeños, como un hecho inédito por centrarse en las verdaderas necesidades de los pueblos y gobiernos soberanos de la región, sin el tutelaje de las grandes potencias mundiales.

Allí se fijaron posiciones colectivas del bloque respecto a temas fundamentales que inciden en sus miembros como la soberanía argentina sobre las Malvinas, el levantamiento del bloqueo de EEUU contra Cuba, la seguridad alimentaria, los derechos de los migrantes, la solidaridad con Haití, la labor de la Comunidad del Caribe (Caricom), entre otros.

En el texto, basado en los principios definidos en las Declaraciones de Salvador de Bahía y de Cancún, en el Plan de Acción de Montego Bay, en el Programa de Trabajo de Caracas, así como en los mecanismos regionales y sub-regionales de integración en América Latina y el Caribe (Caricom, Sistema de Integración Centroamericana (Sica), Unión de Naciones del Sur (Unasur), Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), Comunidad Andina de Naciones (CAN) y Mercado Común del Sur (Mercosur), se destaca la necesidad de que la Celac sirva de coordinadora entre ellos, a fin de extender y profundizar los vínculos internos y alcanzar «la aspiración común de construir sociedades justas, democráticas y libres».

Se acordó la conformación de una Troika encargada de velar que los acuerdos suscritos en la primera reunión se cumplieran. Este grupo estaba constituido por Chile, país que asumió la presidencia pro-tempore del organismo 2012, Venezuela quien entregó la dirección en 2011, y Cuba, país que dirigió la comunidad en 2013.

Para ese entonces, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad–Bissesra, propuso transformar la troika en un cuarteto para incorporar a un país que represente al Caribe anglófono, por lo cual el presidente Chávez planteó la necesidad de una reunión de los cancilleres de esta representación a fin de evaluar la propuesta.

Voluntad de integración

Los representantes de los 33 países, en su I Cumbre celebrada en Santiago de Chile en 2013, ratificaron el compromiso de continuar con la construcción de un bloque regional soberano e independiente que, por encima de las diferencias, se une para avanzar hacia el desarrollo sostenible de los países que la integran.

Se aprobó la Declaración de Santiago de la Cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que consiste en un documento de 73 puntos.

Además la troika de la Celac pasó a conformar un cuarteto con la inclusión de Haití, en nombre de la Comunidad de los Estados Caribeños. Además, los jefes de Estado y de Gobierno dieron luz verde a un proyecto especial de cooperación entre la Celac y este país.

En la II Cumbre, que se desarrolló el 28 y 29 de enero de 2014 en La Habana, Cuba, uno de los acuerdos aprobados fue la “disposición de trabajar para enfrentar los desafíos del escenario internacional y realizar esfuerzos para impulsar la equidad e inclusión social, erradicar la discriminación, las desigualdades, la marginación, las violaciones de los derechos humanos y las transgresiones al Estado de Derecho”, expresó el anfitrión de la Cumbre, Raúl Castro, presidente de Cuba.

Se declaró a la Celac como territorio de paz y se dio inicio al acercamiento con China, mediante la creación del Foro China-Celac.

A principios de 2015 se celebró en Costa Rica la III Cumbre de este bloque, en la que se aprobó la Declaración Política de Belén, que recoge, en 94 puntos, el compromiso regional con el multilateralismo, el diálogo entre las naciones, la solución pacífica de controversias, y el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.

En la IV Cumbre de este bloque regional que se celebró en enero de 2016 –en la que Ecuador pasó a República Dominicana la Presidencia pro-témpore–, Venezuela promovió la integración y unión de los pueblos como mecanismo para disminuir las desigualdades sociales en la región.

AVN