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La actitud «abierta y vulgar» del Gobierno de Estados Unidos de promover un golpe de Estado, así como las agresiones diplomáticas y de persecución financiera reflejan la «obsesión» que mantiene el presidente de esa nación norteamericana, Donald Trump, con Venezuela, expresó el presidente de la República, Nicolás Maduro.
En entrevista concedida al diario mexicano La Jornada, de fecha 5 de febrero, señaló que la administración estadounidense no ha disimulado las intenciones de derrocar el gobierno que dirige, y prueba de ello es la revelación difundida recientemente por The Wall Street Journal, que señaló que la maniobra golpista fue «preconcebida y estrechamente coordinada» por Trump y sus más cercanos colaboradores.
«Meses antes, en septiembre, The New York Times y The Washington Post sacaron evidencias de la participación de la Casa Blanca en un intento de golpe militar en los meses de marzo y abril. Ellos dieron datos de quién conspiró, quién pagó, dónde pagó. Esos testimonios y declaraciones son suficientes elementos de prueba de la obsesión imperialista que tienen», argumentó.
Tras ratificar que que «Donald Trump está obsesionado con Venezuela», el Jefe de Estado venezolano se refirió a la segunda amenaza militar emitida por el mandatario norteamericano, y recordó que el motivo de la política belicista son los recursos naturales y minerales de la nación.
«Venezuela no es una amenaza para Estados Unidos. Venezuela no tiene armas de destrucción masiva apuntando a Estados Unidos. El casus belli es el petróleo y que, en 20 años, no han podido derrotar la Revolución Bolivariana por ninguna vía», enfatizó.
Señaló que el conflicto actual es entre la soberanía de Venezuela y «el intento de recolonización del imperio estadounidense».
«El centro del conflicto es el de la nueva independencia de América Latina versus el intento de dominación y de un nuevo esclavismo contra nuestro pueblo», agregó el Presidente venezolano.
Consideró que el Gobierno estadounidense experimenta una fase de «mucha desesperación», razón por la cual «se va haciendo cada vez más peligroso».
Ante este panorama, apuntó, es primordial la conciencia solidaria del mundo, así como de líderes, movimientos sociales y demás personas de paz que «quieren detener un nuevo Vietnam en América del Sur».
«Venezuela se convertiría en un Vietnam si un día Donald Trump manda al ejército de Estados Unidos a agredirnos», sentenció.
AVN