Noticias
Foto: La Radio del Sur
Por: Agustín Palermo
No es esta la primera vez que el Parlamento Europeo se equivoca con los destinatarios de ese premio; antes ya lo había hecho con individuos tan execrables como Oswaldo Payá (2002), las Damas de Blanco (2005) y Guillermo Fariñas (2010), dedicados todos a la contrarrevolución en la Isla, debidamente monitoreados, orientados y pagados por los grupos extremistas de Miami.
La premiación a cada uno de ellos, tuvo como objetivo contribuir a fabricar la imagen de algún “opositor”, para darle reconocimiento, legitimidad y proyección internacional. Y como era de esperar, desperdiciaron el dinero, porque todos eran completamente desconocidos en Cuba; ni siquiera en sus propias cuadras la gente sabía de esos “luchadores por la democracia”. Con el dinero del premio, las señoras, Fariñas y la hija de Payá, se dedican a pasear por los Estados Unidos y Europa.
Este 2017 le otorgaron el premio a la “oposición venezolana”. Al igual que en los años anteriores, esta vez el Parlamento Europeo volvió a hacer alarde de su apuesta por el cinismo, la desfachatez, la mentira y la subversión. No escondió nada, y le dijo al mundo que a ellos no les interesa la democracia ni los derechos humanos ni la paz. Y lo cómico de todo esto es que premiaron a una oposición que ya no existe, porque el gobierno y el pueblo venezolanos los han extinguido a fuerza urnas; los han derrotado a golpe de votos.
Tendrán que pasar muchos años, para ver si surge algún líder honesto, pacífico, creíble, capaz y democrático para que se vuelva a hablar de una oposición verdadera en la política de ese país.
Todo lo que hoy existe acerca de la oposición en Venezuela son sólo recuerdos de un grupo de violentos, que entre los meses de mayo a julio incendiaron la patria de Simón Bolívar, dejando al país sumido en dolor, llanto, sangre, heridos y muertos; son terroristas que creyeron que porque tenían el apoyo del Imperio y de los gobiernos lacayos de México, Perú, Brasil, Argentina, Costa Rica y Colombia llegarían al poder.
En Venezuela la democracia acabó con el terrorismo, los votos vencieron a las bombas, la sensatez derrotó a las balas y la paz arrinconó a la violencia. El gobierno bolivariano no sólo desarticuló a la oposición, sino también a Washington y a todos sus perritos falderos, empezando por Pedro Pablo Kuczynski y siguiendo por Enrique Peña Nieto, Juan Manuel Santos, Mauricio Macri, Michel Temer y Luis Guillermo Solís, cada uno en su momento quiso justificar la necesidad de una intervención estadounidense.
A estas alturas Luis Almagro, dueño de aquél sarcófago llamado OEA, y Donald Trump, inquilino de la Casa Blanca, tienen que admitir que Nicolás Maduro les infringió una contundente derrota: algún día el mundo reconocerá que ese hijo de Hugo Chávez aprendió a jugar muy bien el ajedrez político, porque los arrinconó y les ganó democráticamente la partida.
Es en esta coyuntura que el Parlamento Europeo le lanza el salvavidas a esos delincuentes de la ex MUD, concediéndoles el Premio Sajarov, que está dotado en 50 mil euros. Esa cantidad de dinero puede ser un sencillo comparado con lo que despilfarra cualquiera de esos adinerados de la “oposición”; la misma Lilian Tintori debe tener más dinero que eso en su caja chica, para comprarle las aspiras a su abuelita. ¡Claro, de lo que se trata es del significado simbólico del Premio! Pero viendo a quienes han premiado antes, entonces el desprestigio es mayor; y esta vez, al premiar a dicha “oposición”, el Parlamento Europeo terminó por despojarse de algún rezago de decencia que creían tener.
Parece que en Europa no sólo no conocen, sino que no les interesa saber qué es lo que sucede en otros países de América Latina, por ejemplo en Honduras o en Argentina; tal vez el Parlamento Europeo se hubiera lavado la cara o hubiera ganado un poquito de autoestima, si hubiera pensando en la familia de Berta Cáceres o de Santiago Maldonado. Pero ya vemos que lo que quisieron fue tirarse un tiro a los pies.
¡Que nadie tenga duda que en el 2018 el premio se lo vayan a dar a ISIS!
La Radio del SUR