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Foto: Archivo
En cada barriada popular de Caracas salen a la luz más productores comprometidos con el impulso de la agricultura urbana del país, tema que poco a poco va tomando más protagonismo gracias al apoyo que le ha brindado el Gobierno Bolivariano.
Tal es el caso del productor Ángel Sánchez, residente del barrio San Pablito de Ruiz Pineda, parroquia Caricuao, quien junto a su familia, recuperó varios terrenos del sector y los puso a producir al cosechar diversos cultivos como: Lechosa, maíz, yuca, quinchoncho, cambur, plátano, limón, mandarina, cilantro, cebollín, aguacate, caraotas, caña de azúcar y guama.
Además, esta familia productora también cuenta con gallinas ponedoras las cuales surten huevos criollos para sus alimentos y así no tienen la necesidad de estar comprándolos a precios elevados en los mercados privados.
“Nosotros estamos viviendo aquí desde que se fundó el barrio, pero como productores tenemos 14 años dedicados a la siembra, exactamente después que algunas familias invadieron por aquí, porque quisimos recuperar estos terrenos para sembrar y así evitar que siguieran poblando el barrio y perder las zonas verdes”, explicó Sánchez.
Esta iniciativa la han tomado como una tradición familiar que ha ido pasándose de generación tras generación, siendo hoy día los hijos, nietos y sobrinos los que también se han unido a la siembra.
Destacó que el lugar forma parte de la zona protectora del parque nacional Macarao y es por ellos que han querido preservar esta zona al convertirla en una sector para la recreación, la convivencia comunitaria y la agricultura.
“Nuestra meta es que esto sea como una zona agroecológica donde se pueda sembrar, compartir, pasar un rato agradable. Incluso nosotros no hemos talado ningún árbol de aquí, lo que hacemos es limpiarlo e ir sembrando poco a poco lo que tengamos”, expresó.
Sánchez resaltó que ellos mismos han multiplicado las semillas de las cosechas que han sembrado porque actualmente, aseguró, no se están consiguiendo y si lo hacen las venden a precios inaccesibles.
“A nuestros nietos e hijo les encanta estar en estos espacios, aquí tenemos unos columpios donde ellos juegan, se lanzan por la montaña como si fuese un tobogán y a todos ellos les hemos inculcado el cuidado del ambiente y las plantas”, aseguró.
Comunidad unida
Por su parte José Ramón Ramos, también productor de esta zona, afirmó que las cosechas que han sacado de estas tierras las han repartido entre la comunidad.
“Aquí no se reproduce como para vender, por eso lo poco que cosechamos la repartimos entre las familias que vivimos en el barrio. Esto lo hacemos por vocación porque nos gusta y también queremos apoyar a las familias que viven aquí dándoles parte de los cultivos”, manifestó.
Parados por la sequía
Debido a la fuerte sequía que afecta al país producto del fenómeno El Niño, estos productores han perdido parte de sus cosechas por la falta de agua, líquido vital para que la siembra tenga frutos.
“Este verano ha sido muy largo, hemos perdido cosechas de maíz que se han pasmado y no terminaron de crecer. Ahorita estamos regando las plantas con tobitos de agua para no perderlas y tener que empezar de cero”, indicó.
En el lugar donde tienen las cosechas, por ser de difícil acceso, no les llega el agua con fuerza ya que las tuberías del barrio no bombean el suficiente líquido para regar la siembra, es por ello, que solicitan una bomba con más potencia.
“Aquí nos llega el agua en la madrugada ya cuando las otras casas han cerrado las llaves, pero eso llega gota a gota, por eso necesitamos una bomba potente para que impulse el agua hasta acá arriba y así poder regar la cosecha en esta sequía tan larga”, precisó.
Una vez solucionen este inconveniente, esta familia tiene pensado desarrollar más la producción al iniciar con la siembra de pimentón, tomates y otros rubros esenciales para la dieta venezolana.
Igualmente, aseguraron que con la ayuda de un préstamo podrán crear corrales para la cría de animales, así como comprar más gallinas ponedoras y de engorde para continuar con la producción de huevos criollos.
