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Foto: AVN
Al ritmo de consignas revolucionarias y cantos de Alí Primera, el pueblo venezolano se concentró este lunes en los espacios del Puente Llaguno, en Caracas, para conmemorar a los caídos durante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 en contra del comandante Hugo Chávez.
«Nosotros estamos aquí conmemorando a nuestros mártires, conmemorando a las víctimas y diciéndole al pueblo de Venezuela que aquí hay pueblo revolucionario para rato. Hay pueblo revolucionario para defender este proceso y para luchar en contra esta oligarquía que quiere acabar con nosotros», destacó Yesenia Fuentes, miembro de la Asociación de Víctimas del Golpe de Estado del 11 de Abril (Asovic).
Por su parte, Dalila Mendoza, viuda de Pedro Linares, quien fue asesinado durante estos sucesos, manifestó que esta concentración representa una muestra del compromiso que tienen los venezolanos con la verdad, la justicia y con la continuidad del legado del líder socialista.
«Esto es una prueba más de apoyo a nuestro comandante Chávez y a nuestro Presidente Maduro. Estamos aquí recordando 14 años de dura lucha, de fuerte dolor, que ahora nos quieren arrebatar», agregó.
El 11 de abril de 2002 fue derrocado el gobierno legítimo, democrático y popular del Presidente Hugo Chávez, por parte de un grupo de empresarios, apoyados por una cúpula sindical, una camarilla de generales y partidos de derecha, que desconocieron completamente la voluntad del pueblo y quebrantaron el mandato de la Constitución Bolivariana.
Como parte de las actividades, se pautó un conversatorio sobre los verdaderos objetivos de la llamada Ley de Amnistía, aprobada por la mayoría circunstancial de la derecha parlamentaria.
«Esta nefasta ley de amnesia criminal es un proyecto maquillado que sigue teniendo en su interior, como objetivo, la evasión de la responsabilidad de criminales y asesinos y legalizar en la sociedad venezolana la impunidad», explicó Edgar Zambrano, presidente de Asovic.
Específicamente, esta normativa legal, aprobada por la fracción opositora el pasado 29 de marzo, pretende dejar impune todos los delitos cometidos por sectores de derecha desde 1999, entre ellos los autores materiales e intelectuales de este golpe en contra de la constitucionalidad venezolana que dejó decenas de fallecidos y generó desestabilización y zozobra en el país.
«No se dejen engañar por la oligarquía. Quitémonos las vendas. Un asesino no puede quedar suelto», enfatizó, por su parte, Eli Hernández, miliciano que resultó severamente herido al recibir impactos de bala en el pecho y en la cabeza cuando se encontraba manifestando su respaldo al líder de la Revolución Bolivariana en el Puente Llaguno.
«Mi rostro no será reparado nunca, ni tampoco el dolor humano por la pérdida de mi hermano que lo mataron durante este hecho. Por ello mi llamado es a la conciencia y a la moral del pueblo venezolano. Aquí no puede haber un golpe de Estado más», agregó.
AVN