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28.Sep.2015 / 01:02 pm / Haga un comentario

Foto: Archivo

A 15 años de que se efectuara en Caracas la segunda Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), Venezuela ratifica su voluntad de trabajar para consolidar la unión del grupo, fomentar la estabilidad del mercado petrolero.

Este encuentro, que tuvo lugar en la capital venezolana entre el 27 y 28 de septiembre de 2000, contribuyó a reafirmar el compromiso de la organización de suministrar el crudo de manera segura y a precios justos.

La reunión se produjo 25 años después de la efectuada en Argel (Argelia) en 1975 y correspondió a la iniciativa del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, para defender el derecho de los países productores de petróleo al manejo soberano de sus recursos, frente a acciones desestabilizadoras de las grandes naciones consumidoras de energía.

A finales de la década de los 90, la superproducción del crudo -muy por encima de las cuotas establecidas por la organización- había originado una caída sustancial en los precios del barril, situación que amenazaba la estabilidad económica y social de los países productores y exportadores de petróleo.

De este modo, la cesta Opep se situaba en poco más de 12 dólares por barril, mientras que en Venezuela los precios del barril alcanzaban los 7 dólares.

Además, la aparición de productores no-Opep significaba una fuerte competencia para abastecer el mercado internacional, a lo que se sumaba la generación de fuentes alternas de energía, los altos impuestos y las restricciones ambientales a los que se sometían el petróleo y sus derivados por los países consumidores.

Ante este escenario, el comandante Chávez, quien había asumido la presidencia de la República en 1999, emprendió una campaña para rescatar los principios fundamentales de la política petrolera, diseñada por el venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, y destinada a combatir la caída de los precios producida por el exceso de oferta y la magnitud de los inventarios.

Estos esfuerzos incluyeron el restablecimiento de las cuotas de producción fijadas por la institución petrolera para sus integrantes, y que se cristalizó en el año 2000, con la celebración de la cumbre que organizó el Gobierno venezolano.

Dicha cita fue propicia para retomar los fundamentos de la organización, reafirmar sus principios y reforzar la unión ante los retos que se pudieran presentar a futuro: «Hoy, cuando hemos leído esta Declaración Solemne de Caracas me atrevo a decir: Hemos triunfado. Inta sarna. Hemos cumplido el objetivo», dijo Chávez hace 15 años.

Señaló que el grupo debía contribuir con la estabilidad del mercado y con el crecimiento sostenible de la economía mundial, mientras que las naciones consumidoras de crudo debían sincerar la política de impuestos y las capacidades de refinamiento, junto a la transparencia de la comercialización y la lucha contra la especulación.

Durante su discurso de clausura en la cumbre de 2000, el líder socialista afirmó: «La Opep le dice al mundo, desde Caracas, que seguimos comprometidos en el suministro, en el flujo de petróleo adecuado, oportuno y seguro al mercado mundial».

Posterior a este encuentro y con la activación de los topes de producción de crudo por parte de los 12 miembros de la Opep, los precios del crudo se fueron estabilizando paulatinamente hasta mantenerse durante varios años en un una media de 100 dólares por barril.

Sin embargo, desde mediados de 2014, los precios del petróleo han experimentado una baja superior a 50%, lo que ha afectado el equilibrio del mercado y las relaciones entre los países productores y consumidores de energía.

El incremento desmesurado de la producción de petróleo de esquisto o shale oil por parte de Estados Unidos ocasionó que desde finales de junio del año pasado, las cotizaciones del crudo pasaran de un promedio de 100 dólares por barril a una media de 45 dólares.

La nación norteamericana inundó el mercado con este tipo de crudo no convencional, que exige un proceso de producción agresivo, conocido como fracking, para fracturar las rocas y lograr su extracción.

Esta situación, aunada a la existencia de abundantes suministros y al descenso en la demanda energética por parte de algunas naciones europeas, afectó de manera negativa el comportamiento de la cotización del crudo.

Batalla en defensa de los precios del petróleo

Por tal motivo , el presidente de la República, Nicolás Maduro, planteó la necesidad de reivindicar el papel de la Opep como el motor principal para brindar estabilidad al mercado petrolero.

El pasado 14 de septiembre, durante un acto conmemorativo de los 55 años de la organización, el jefe de Estado enfatizó que la Opep «tiene mucho que dar todavía, a la historia de la defensa de los recursos naturales de nuestros países y mucho que dar a la historia de la estabilidad energética, económica, de los precios del petroleo en los meses y año que están por venir».

De este modo, reiteró su postura de convocar una cumbre de carácter de urgencia con los mandatarios de los países miembros, con el fin de que el bloque «se convierta en un motor de la construcción de una nueva alianza para la estabilidad, la defensa del mercado y la estabilidad y la defensa de los precios petroleros. Un poderoso motor debe ser la Opep».

Asimismo, ratificó la propuestas de Venezuela es establecer un piso mínimo en los precios del crudo en 70 dólares el barril, con el fin de recuperar y sostener la cotización justa del crudo, que actualmente oscila en 40 dólares por barril.

En este acto, el Presidente aseguró que «Venezuela se declara en actividad permanente, con la Opep, desde la Opep, nos declaramos en batalla permanente hasta lograr el objetivo de la estabilidad y la defensa del petróleo y la estabilidad y la defensa de nuestro recurso fundamental de vida. Nos declaramos en actividad permanente en defensa de la dinamización de la Opep y en la construcción de una nueva alianza necesaria para la economía, necesaria para la humanidad».

Indicó que para lograr estos objetivos, los esfuerzos de Venezuela, como país productor y miembro de la Opep, se encaminarán sobre las bases de los principios fundacionales de la alianza petrolera: asegurar la estabilización de los precios, entre otros medios, por la regulación de la producción, las cuales fueron rescatadas, en el año 2000, tras la campaña emprendida por el comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.

«Estoy seguro, a 55 años de nuestra organización, que con el espíritu de los fundadores y de los constructores y del comandante Chávez, estoy seguro que lo vamos a lograr», manifestó.

AVN

 

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