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Este viernes 25 de marzo se conmemoran los 202 años de la Batalla de San Mateo de 1814, fecha que inmortalizó la lucha independentista del héroe Antonio Ricaurte, quien sacrificó su vida para evitar que el ejército de los realistas, al mando de José Tomás Boves, se apoderara del parque de armas patriota.
La batalla de San Mateo fue librada en esta población del estado Aragua, luego del enfrentamiento en la ciudad de La Victoria (12 de febrero). Es considerada como una de las más largas de la guerra de la Independencia.
Las fuerzas republicanas, comandadas por el Libertador Simón Bolívar, fueron desplazadas desde Valencia a San Mateo, donde se midieron ante una tropa de 20.000 llaneros reunidos por Boves, entre el 17 y 25 de marzo.
Luego de los sucesivos ataques contra las líneas republicanas y con una gran cantidad de bajas de las huestes llaneras, Boves idea un plan para obtener el parque republicano almacenado en la Casa Alta, propiedad de Bolívar.
Debido al fracaso del ataque de caballería, el 25 de marzo de 1814 José Tomas Boves se dirige de manera sorpresiva hacia la propiedad, para apoderarse del cargamento que podría ser decisivo en el asedio.
El capitán Antonio Ricaurte, al observar las tropas realistas bajar por la colina, ordenó rápidamente el desalojo de la casa y esperó su ingreso, por lo que prendió fuego a la pólvora haciendo estallar el depósito. Falleció en tal hazaña heroica.
De esta manera, Boves, enterado de que un ejército republicano de 4.000 hombres se aproximaba a San Mateo para auxiliar a Bolívar, decidió enfrentar a las tropas lideradas por el prócer Santiago Mariño en Bocachica, donde fue derrotado y obligado a refugiarse en los llanos.
La Batalla de San Mateo representó un triunfo importante para las fuerzas patriotas, que simbolizó el sacrificio de miles de hombres que dieron su vida por la lucha de la Independencia, entre ellos el valiente capitán neogranadino Antonio Ricaurte, que inmoló en la defensa de la patria.
AVN