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ILDEGAR GIL
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La derecha suramericana –para felicidad de millones de personas–, atraviesa por uno de sus peores momentos. En los suelos hermanos de Ecuador, Argentina, Perú, Chile y Brasil, los pueblos reaccionan bravíamente para desenmascarar el espejismo de un falso progreso que en algún mal momento esta inhumana corriente logró ofertar como válida opción de vida.
Venezuela también se inscribe entre las naciones que, día a día, desmenuzan el trasfondo de quienes intentan acabar con la Revolución Bolivariana para imponer ese modelo construido sobre la base de la inmoralidad, en aras de favorecer, apenas, a un pequeño sector de la población, afectando a las grandes mayorías.
En tal sentido, el combate en suelo patrio abarca todos los órdenes. Va desde la resistencia que implica vivir minuto a minuto bajo el acoso de la guerra económica y la guerra mediática, hasta el desmontaje de inmorales instrumentos emocionales empleados por la contrarrevolución para generar angustias y zozobra, en una capa poblacional presa de mentiras elaboradas en laboratorios ideológicos.
Uno de ellas es el fulano Plan Ubica tu casa”, resucitado por estos días luego de haber fracasado –hace algunos años–, ante la contundencia de lo absurdo en su contenido e intención.
En esta fase de la guerra, las mentiras han ido cayendo por su propio peso. Lamentablemente, como en toda confrontación, queda una secuela de heridas y heridos alcanzados por la manipulación de ficciones maquiavélicamente producidas por los directores ya descritos. Conozco algunos casos de quienes están convencidos de que, más temprano que tarde, perderán sus hogares.
Para bien de la verdad, el rumor sobre la supuesta decisión oficial que estimularía apropiarse indebidamente de techos ajenos, vuelve al pozo profundo del que nunca debió regresar. El mismo gobierno se encargó de aplastarlo.
“Queremos desmentir y rechazar categóricamente el supuesto Plan Ubica tu casa. No existe ningún proyecto que viole el marco jurídico establecido”, declaró el miércoles el ministro del Poder Popular para Vivienda y Hábitat, Ildemaro Villarroel.
“El Plan Ubica tu casa no existe, no es una política del gobierno, no es una Misión”, había recalcado antes el vicepresidente sectorial de Planificación, Ricardo Menéndez.
Como señalábamos al inicio, cada quien combate a la pecaminosa derecha desde su trinchera. Nuestros hermanos y hermanas allende las fronteras, lo hacen en pro de retomar senderos de paz y justicia, y nosotras y nosotros por no perderlos.
¡Chávez vive… la lucha sigue!