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Foto: Archivo
La nueva agresión del Gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) hacia Venezuela, que atenta contra la institucionalidad democrática, forma parte de una política permanente para frenar a las naciones progresistas, expresó este martes el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami.
El Aissami hizo esta declaración durante el programa Encuentro Popular, conducido por el ministro de Educación, Elías Jaua, y que transmite YVKE Mundial, en el que habló de las pretensiones del Departamento del Tesoro de EE. UU. de vincularlo con acciones de narcotráfico, lo cual vulnera no solo su reputación, dignidad y derechos humanos, sino también la soberanía del Estado venezolano, refiere boletín de prensa del Ministerio de Educación.
«Es una política permanente de agresión fundada sobre la base de las mentiras, de la ilegalidad, de la agresión, del atropello a nuestro pueblo», manifestó.
Destacó que mientras el imperio norteamericano se empeña en agredir a una nación democráticamente constituida, el Gobierno Bolivariano trabaja para orientar sus políticas hacia la preservación de la paz y la lucha contra las drogas, «para que nuestros jóvenes no sean víctimas de las drogas (…) para liberar nuestras comunidades de la violencia, con el poder popular y no con políticas de ocupación, de represión».
Desde 2005, año en que el Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) fue expulsado de Venezuela por el entonces presidente de la República, Hugo Chávez, los logros contra el narcotráfico en el país han crecido de forma vertiginosa.
Venezuela ha logrado incautar en promedio 55,7 toneladas de droga anuales, y con ello ha incrementado su eficiencia en un 60 %. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció al país como uno de los seis con mayor confiscación de estupefacientes en el mundo y libre de cultivos ilícitos.
AVN