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13.Abr.2010 / 03:30 pm / Haga un comentario

ABN.- El pueblo venezolano se concentrará este martes, a partir de la 1:00 de la tarde, para celebrar el octavo aniversario de la rebelión popular y militar del 13 de Abril de 2002, que derrotó el golpe de Estado contrarrevolucionario y rescató al presidente de la República, Hugo Chávez Frías.

La jornada de este martes, que se efectuará en la Avenida Boívar de Caracas, contará con la asistencia de 35 mil milicianos, que harán una parada para celebrar el Día de la Milicia Bolivariana, del Pueblo Armado y de la Revolución de Abril.

"!Queremos a Chávez, queremos a Chávez!" era una de las tantas consignas que los venezolanos y venezolanas vitoreaban hace ocho años, con lágrimas en sus rostros, a las afueras del Palacio de Miraflores, en Caracas, en exigencia del retorno del presidente de la República y líder de la Revolución, Hugo Chávez Frías, anhelo que horas después se concretó y con lo cual volvió el orden constitucional que el día 11 había sido quebrantado.

Con esa gesta cívico militar se logró la restitución del orden constitucional, que acabó con el golpe de Estado y el cerco mediático que para entonces mantenían grupos de poder oligárquicos de derecha y ultraderecha.

El pueblo está convocado a concentrarse en la Avenida Bolívar para recordar los hechos y rendir tributo a los caídos en abril de 2002, en defensa de la democracia y el orden constitucional.

El 11 de abril de 2002, un grupo de ciudadanos cayó en combate en el Puente Llaguno, en el Centro de Caracas, víctima de los ataques de la avanzada armada de la Policía Metropolitana, que estaba aliada al golpe de Estado de la derecha, ultraderecha y algunas cúpulas militares y empresariales, apoyados por sectores de la iglesia católica y manejados por el imperio estadounidense.

Las empresas privadas de comunicación se encargaron de enviar al mundo trabajos en los que pretendían hacer ver que desde Puente Llaguno, sectores en apoyo a la Revolución disparaban contra los manifestantes de la oposición

Ante esta especie, por medio de imágenes, testimonios y hechos claves de una historia que muchos medios de comunicación ocultaron, sobre la masacre de Puente Llaguno, se aclaró esta situación y se determinó que quienes disparaban lo hacían contra el piquete de la Policía Metropolitana (PM), en defensa del pueblo que estaba en ese puente manifestando en apoyo a la revolución.

En Puente Llaguno se encontraba un grupo de personas que apoyaba al presidente Chávez Frías, contra las cuales la PM comenzó a disparar e incluso francotiradores colocados en instalaciones como el Hotel Edén, en las cercanías de ese lugar, disparaban contra el pueblo.

Empresas privadas de comunicación involucradas en el golpe mantuvieron un silencio mediático, es decir, que a partir del 12 de abril no informaron de nada de lo que ocurría en las calles y menos cuál era la suerte del jefe de Estado, que en la madrugada se había tenido que entregar a factores castrenses que estaban con el golpe, dadas algunas amenazas de bombardear el Palacio de Miraflores en caso de que no saliera del recinto gubernamental.

De allí se difundió la idea de una supuesta renuncia de Chávez al poder, lo cual fue negado por el mismo Presidente, gracias a una papel que en cautiverio pudo redactar y que un soldado, que ayudó al mandatario nacional mientras permanecía incomunicado, lo entregó para darlo a conocer públicamente.

Para colmo, el pueblo también fue testigo de cómo el presidente de entonces de la cúpula empresarial, concentrada en la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuel (Fedecámaras), Pedro Carmona Estanga, se auto juramentaba como presidente de la República.

En este acto se anunciaba la disolución arbitraria de los todos los poderes públicos; el cambio de nombre del país, de República Bolivariana de Venezuela a República de Venezuela; así como Carmona se abrogada la potestad de destituir a gobernadores y alcaldes electos por el pueblo, al igual que los diputados a la Asamblea Nacional (AN) y, además, la Constitución quedaba en suspenso.

Ante todo este panorama, la revolución popular no se hizo esperar y acudió a palacio a exigir el retorno de su jefe de Estado.

 

 

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