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ABN.- Para el especialista en Análisis del Discurso, Arlenín Aguillón, las empresas de difusión que hacen vida en el país no defienden la libertad de expresión, sino sus intereses particulares que están dirigidos a desestabilizar y a derrocar al Gobierno.
Miembro del Consejo Nacional de Comunicadores Socialistas, Aguillón señala que la estrategia del Gobierno en materia comunicacional se ha demorado en castigar a los medios de comunicación que han delinquido, y afirmó que algunos medios han llegado calificar al presidente de asesino, sin prueba alguna.
En un trabajo de investigación en el que analiza el discurso de los diarios El Nacional y El Universal, durante abril de 2002, Aguillón concluye que ambas publicaciones participaron en el Golpe de Estado y en varias oportunidades llamaron asesino al Presidente de la República, Hugo Chávez.
"En 20 de 58 ideas centrales que se procesaron, llamaron asesino al presidente, y en ambos medios crearon la matriz de opinión: "Chávez ordenó a masacrar al pueblo". El 12 de abril, El Nacional tituló su editorial: "Los Muertos de Hugo". ¿Qué análisis hay que hacerle a eso? Eso es un delito. Más temprano que tarde la justicia tiene que llegar a esos medios de comunicación impresos", indicó quien también es docente de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).
Destacó que durante los últimos 10 años la libertad de expresión nunca ha estado en peligro en el país, y que los medios privados de comunicación venezolanos, 85% del total de los medios de comunicación, defienden la libertad de empresa y no la de expresión.
"Cuando las empresas de difusión hablan de defensa de la libertad de expresión, en realidad están defendiendo la libertad de empresa, y más allá de la libertad de empresa están defendiendo sus derechos políticos. Quieren desestabilizar y tumbar al gobierno", indicó Aguillón.
Manifestó que la estrategia de los medios de comunicación privados, en un principio, fue atacar la imagen del Presidente de la República, sin embargo, explicó que la estrategia cambió para atacar la gestión: "Se dice que en Venezuela no se ha hecho nada, que se está disminuyendo la inversión social, la tendencia va dirigida hacia el entorno, hacia los ministros", expresó Aguillón.
El analista explicó que el mensaje es apenas la punta del iceberg, sin embargo el problema real está en el mensaje implícito que arrojan esos mensajes, en lo que está detrás de ese mensaje.
"Si dicen: "Este gobierno es autoritario, dictador, nos lleva al fracaso", la gente piensa: "vamos a sacar al Gobierno", aunque el mensaje no lo dice explícitamente, pero lo hacen saber", indicó.
Precisó que la semiótica es como un submarino que se sumerge para observar lo que está implícito en el mensaje, y ver el fondo de lo que asomo la punta del iceberg.