Opinión

17.Mar.2016 / 05:04 pm / Haga un comentario

El conjunto de sueños y deseos golpistas que acaba de presentar la derecha venezolana para acabar con la Revolución Bolivariana y su presidente electo democráticamente Nicolás Maduro, expresa perfectamente las locuras, desvaríos y conflictos que pululan al interior de la Mesa Coja (MUD).

La Ruta Golpista 2016 de la derecha apátrida entra en perfecta concordancia y parece una copia al carbón de los lineamientos e instrucciones que claramente enumera el agente ideológico de la antidemocracia y el fascismo mundial, Gene Sharp. El “amigo con derecho” de los fascistas criollos, ha sistematizado los métodos que la derecha mundial aplica cuando desea implementar sus Golpes Blandos o sus Revoluciones de Colores.

Este odioso señor tiene el descaro de jactarse y justificar ante el mundo que cuando el Imperio Norteamericano olfatea la existencia de “opacidad” en países “descarriados” (que afecten sus intereses económicos o políticos), tiene el derecho divino de aplastarlo sin ningún miramiento y legalidad alguna, amparado en su perversa doctrina del Destino Manifiesto.

Los lacayos criollos de la extrema derecha han aplicado al pie de la letra los métodos de Sharp (The Politics of Nonviolent Action), ejecutando operaciones “para generar y promocionar un clima de malestar”; “campañas en defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el Gobierno en el poder”; “promoción de manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones”; “operaciones de guerra psicológica y desestabilización del Gobierno, creando un clima de ingobernabilidad”; y “forzar la renuncia del presidente mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle”.

Los fascistas criollos se han comprado todos los números de la rifa Sharp y cuentan con ingentes recursos provenientes de la rancia oligarquía y del Imperio Norteamericano para poner en marcha su anunciada Ruta Golpista 2016.

Como se enfrentan a la Revolución Bolivariana, con un pueblo y un gobierno aguerrido y valeroso, curtido en mil batallas bajo la orientación y liderazgo del Comandante Chávez, no se atreven a aplicar un solo método de interrupción del hilo democrático, ni dos, sino que anunciaron tres propuestas diferentes. Sí, la derecha disociada pretende aplicar tres métodos simultáneos para salir abruptamente del presidente electo, elegido por el voto popular.

Pues bien, esto se explica por las enormes “diferencias irreconciliables” que persisten al interior de la MUD. Es un matrimonio por conveniencia. Obligado e impuesto por las circunstancias. Todos se odian y se desprecian. Allí los negocios, intereses y diferencias de clases son las fuerzas dominantes y la deschavetada MUD ha optado por dispersar sus energías y esfuerzos en tres frentes distintos ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo. Ambiciosos, desubicados o petulantes, se les pueden quemar los tres conejos al mismo tiempo. Su laboratorio de guerra sucia y su fábrica de maquinaciones pueden rodar bien feo, pues tienen al frente a un pueblo bien plantado para defender el hilo constitucional y las instituciones democráticas.

Pero veamos las locuras expresadas por estos deschavetados opositores para alcanzar su cacareado “Cambio” (Obviando el detalle que la vetusta, ratera y asesina cúpula de adecos y copeyanos, son los que han tomado por asalto el mando en la Asamblea Nacional), partiendo de una extraña y perturbadora lógica de pensamiento por medio del cual la derecha golpista parlamentaria puede arrasar con todos los poderes constituidos, argumentando con irresponsable descaro que “no nos encontramos en una democracia funcional sino en una autocracia arbitraria”. Según entienden, esta justificación les da licencia para todo. Para vulnerar y forzar la Constitución como les ha enseñado Sharp. Así, estos falsos demócratas de pacotilla sueñan con:

En primer lugar, “Lograr la renuncia de Nicolás Maduro de la Presidencia de la República, exigiéndola con una amplia movilización popular nacional que debe caracterizarse por su carácter pacífico y su contundente determinación democrática”. Este intento de forzar la renuncia del Presidente en ejercicio amenazándolo con violencia, coacción y Guerra Económica no es compatible con el modelo democrático. El presidente Maduro fue elegido por 7.587.579 venezolanos para ejercer la jefatura del Poder Ejecutivo. Intentar forzar su renuncia, con premeditación y alevosía, es una perversión golpista y antidemocrática que los actores fascistas pretenden implementar siguiendo los lineamientos de Sharp. ¿Qué pasaría si en un supuesto negado el maléfico Ramos Allup llegara a Miraflores (Vade Retro Satanás) y al día siguiente millones de Chavistas tomaran las puertas del Palacio de Gobierno, trancaran todas las vías y fábricas del país, pozos petroleros y oleoductos, pidiendo la renuncia del nefasto líder adeco? Se impondría la ingobernabilidad. Tendría que renunciar o descargar (como lo hicieron cuando El Caracazo) millones de balas contra el pueblo. Menos mal que ahora contamos con una Fuerza Armada Nacional Bolivariana que no levantaría sus fusiles contra el pueblo para defender a la burguesía criolla.

En nuestra Constitución Bolivariana no aparece la Tumultocracia como forma de gobierno. Así que la derecha verdaderamente demócrata (debe haber algunos sensatos por allí escondidos), debe cerrarle las filas a los hambrientos fascistas, que solo quieren la destrucción del país. Tienen que verse en el espejo de Libia, que luego que las “maravillosas” fuerzas libertadoras de Occidente derrocaron a Muamar el Gadafi, el país se hundió en el caos y en las luchas tribales. Por esta vía de forzar la renuncia del Presidente Maduro, el fogoso aspirante Ramos Allup solo podría gobernar tranquilamente desde la terraza de un Portaaviones gringo en el Mar Caribe o desde un bunker en las llamadas “Zona Verde”, como en Irak, unas inmensas fortificaciones creadas por los Marines para proteger a las autoridades impuestas en los países arrasados por sus invasiones. Desde la “Zona Verde”, el gobierno impuesto por el método Sharp puede gobernar “tranquilamente escondido”, sin el peligro de enfrentar a enardecidos opositores, en este hipotético caso, nosotros.

Por cierto, que absolutamente nadie en este país se comió el cuento del “carácter pacífico” de las acciones propuestas por la derecha. Nuestro pueblo y el mundo entero conocen muy bien el odio de las hogueras fascistas de los grupos de extrema derecha Voluntad Popular y Primero Justicia. Esta gente no tiene reparo alguno en matar, destruir y quemar. Son hábiles guarimberos y feroces terroristas. Dios nos libre de sus Descargas de Arrechera y Salidas violentas.

La segunda propuesta de esta derecha disociada es “Aprobar una Enmienda Constitucional que sea votada y defendida por el pueblo para reducir el mandato presidencial y lograr elecciones presidenciales este año”. Esto no es más que un fraude parlamentario. Un fraude contra la Constitución Bolivariana y un fraude en contra del pueblo venezolano.

El Presidente Maduro fue elegido con 7.587.579 votos. No puede venir la derecha a aplicar una reforma constitucional que intente meter un paquete chileno sobre algo que la propia Constitución Bolivariana establece y prevé en su artículo 72, el mecanismo para revocar el mandato de todos los cargos de elección popular. No puede aplicarse una norma de manera retroactiva para recortar un mandato presidencial en ejercicio. Es una burda interrupción del hilo constitucional. Lo que está detrás de este “antojito” de un sector de la oposición, es la descarada estrategia de pretender que con un número insignificante de votos, por ejemplo un millón, se interrumpa el mandato de un presidente que fue elegido por más de siete millones de votos. Esto nos es más que un fraude parlamentario. Un Golpe de Estado parlamentario. Sin asidero legal y sin legitimidad alguna, desde el punto de vista político. Esto es parte de las desesperaciones y desvaríos de la derecha histérica.

En tercer lugar, la derecha propone “Iniciar el proceso para el Referendo Revocatorio y, para garantizar su convocatoria y realización eficiente, aprobar la Ley de Referendos con el objeto de impedir el bloqueo o retardo de este mecanismo constitucional que es un derecho ciudadano”.

Pues bien, en este escenario la derecha debe enseriarse y actuar bajo la mayor legalidad y rectitud. Debe cumplir, sin trampitas, con lo establecido en el Artículo 72 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Es decir, deben esperar a la mitad del período (abril 2016); deben “solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato” con al menos 20% de los electores inscritos en el Registro Electoral (¡sin firmas planas, por favor!!!); y deben sacar “igual o mayor número de electores y electoras que eligieron al funcionario”, “siempre que haya concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores”. En cifras redondas deben fajarse para sacar más de los 7.587.579 votos obtenidos por el Presidente Maduro en el año 2013. Aquí tienen su camino constitucional. Pero eso sí, nada de firmas planas; nada de las tracalerías de sus sectas y corporaciones privadas como Sumate; nada de compra de votos con los dólares del Imperio; y nada de hacer campaña en base al terror y el disgusto de la gente atizando sus acciones de Guerra Económica. Échenle bolas, intenten ganar en buena lid.

En este contexto de presión y radicalización de la derecha, la Ruta Golpista 2016 también acaba de recibir un apoyo nada inusual por parte del Imperio Norteamericano, al renovar el inmoral decreto donde nos acusan (una humilde Revolución alterando los nervios del mayor Imperio del planeta) de ser “una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a la política externa de Estados Unidos”. Que mal chiste. Otro pelón de la desubicada política exterior gringa.

El vergonzoso Premio Nobel de la Paz, Barack Obama abandonará la Casa Blanca en enero del 2017, pasando sin pena ni gloria en su relación con América Latina, pero metiéndole más candela a las relaciones bilaterales con Venezuela. Solo podemos decir: Bye Bye Obama, no te extrañaremos. Sin embargo, en el horizonte solo se ven, Garrote en mano, a macabros y terroríficos personajes como Donald Trump e Hillary Clinton. Seguramente lidiaremos con ellos. Casi dos siglos después de la Doctrina Monroe (1823, “América para los americanos”) siguen pensando con impudicia que somos su patio trasero.

Ante el Decreto Imperial y la Ruta Golpista 2016 el pueblo venezolano responderá con más unidad, con más trabajo y con más optimismo.

 

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