Opinión / Antonia Muñoz

6.May.2015 / 10:31 am / Haga un comentario

No tenemos la menor duda que lo correcto e ideal es atacar las enfermedades desde su origen o raíz. Sin embargo, a veces no queda más remedio que atacar los síntomas para dar un poco de alivio a los pacientes. Un dolor de cabeza puede deberse a varios motivos; pero una vez que aparece el síntoma, por lo general nos tomamos algún calmante para aliviar el dolor; mientras se hacen los exámenes necesarios para encontrar el origen del dolor. La gente parece olvidar que la enfermedad social que constituyen las colas, se disparó sólo después de un tiempo de acaparamiento y consecuente escasez de papel higiénico. Así que hacer cola para realizar compra compulsiva de papel higiénico y de otros productos de consumo masivo, es un síntoma de un trastorno psicológico y enfermedad mental que fue inoculada por indicaciones del imperio norteamericano para tumbar al gobierno. El tratamiento de esta enfermedad no es fácil y trataremos de argumentarlo una vez más en este artículo. Lástima que a la mayoría no le guste leer.

Al acaparar el papel higiénico, la escasez inducida logró en los ciudadanos el efecto psicológico que esperaban los planificadores del saboteo de la economía: TEMOR QUE LA ESCASEZ DEL BIEN VOLVIERA A OCURRIR. Ante esa posibilidad, había que aprovisionarse de papel higiénico; por lo tanto, era necesario correr a comprar donde quiera que lo estuvieran vendiendo, y mejor si era por paquete de 8 ó 12 rollos. Tal perturbación psicológica de la población que la impulsa a comprar más de lo que necesita, acentúa la escasez, porque algunas personas se llevan lo que necesitan otras que vienen detrás en la cola o en el turno para comprar según el terminal de su cédula. La situación descrita trajo otra consecuencia negativa para la población y para la economía: APARECIERON LOS REVENDEDORES, que no son otros que los pájaros bravos que vieron en la escasez provocada una oportunidad de ponerse en un dinero extra. Son los pescadores en río revuelto, que por individualistas y egoístas a veces ni se percatan del daño que causan a sus hermanos, a ellos mismos y al país. En este renglón de pícaros no podemos olvidar a LOS CONTRABANDISTAS Y A LOS DOBLEMENTE CORRUPTOS QUE LOS MATRAQUEAN y los dejan seguir su viaje por el camino real.

Ya muchos venezolanos no están interesados en ganarse un jornal diario realizando cualquier otro trabajo, porque los bachaqueros financistas le pagan mucho mejor por hacer cola para comprarle productos a precios regulados, los cuales los primeros venderán a precios especulativos y usureros. Inicialmente, el negocio todavía era más rentable porque compraban en Mercal a precios subsidiados. Así que el uso de CAPTA HUELLAS COLOCADOS EN RED Y PLANIFICACIÓN DE LAS COMPRAS POR EL TERMINAL DE LA CÉDULA, no son más que una especie de calmante para aliviar este dolor de cabeza que tenemos las y los venezolanos, pero obviamente no es un remedio o tratamiento dirigido a la raíz del problema.

Entonces ¿cuáles serían los tratamientos de fondo? Por supuesto que equiparar el valor de nuestra moneda con la de algunos países vecinos, evitaría que el negocio del contrabando de extracción fuera atractivo, pero aunque no domino la materia cambiaria, fácil no debe ser, y quien tenga la fórmula salvadora que por favor la suministre. Algunos remedios contra la enfermedad que nos ocupa tiene que ver con el nivel de conciencia de la población, el nivel de ceguera político partidista, la corrupción que corroe nuestra sociedad y la impunidad de los delitos. Comenzando, una buena parte de la población no entiende, no quiere entender o el sesgo partidista no les permite entender que la mano del imperio tiene sus pezuñas metidas en esta desestabilización económica.

Hoy siguen vigentes aquellas palabras de Bolívar en el Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819: “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición…Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición y la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil… Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla, porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud; que el imperio de las leyes es más poderoso que el de los tiranos, porque son más inflexibles, y todo debe someterse a su benéfico rigor; que las buenas costumbres y no la fuerza, son las columnas de las leyes, que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad…”

Alguien pudiera preguntarse ¿Acaso no hemos mejorado como sociedad desde Bolívar a esta parte? Probablemente sí, pero ahora tenemos unas tareas sociales adicionales, como es el caso de que a muchos nos gusta el facilismo que nos inculcó la aparición del petróleo y su ingresos que no son producto de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo. Por eso lo de la economía rentista, por eso es que es más fácil importar algunos rubros que producirlos; por eso es que algunos preferimos hacer colas como empleados de las y los revendedores. Por eso es que el Comandante Hugo Chávez, entre tantas tareas pendientes para consolidar el Socialismo Bolivariano, nos solicitó trabajar el Objetivo Nacional Nº 2.4. Convocar y promover una nueva orientación ética, moral y espiritual de la sociedad, basada en los valores liberadores del socialismo. Tenemos un problema económico con raíces éticas, morales y espirituales. Tenemos un problema de valores. ¡CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA HONESTA SIGUE!

Guanare, miércoles 7 de mayo de 2015.

 

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